Canarias vive del turismo y tenemos que cuidarlo. Esta máxima de la economía del archipiélago, tantas veces repetidas, está siendo cuestionada por sectores de población cada vez más amplios que, si bien aceptan mayoritariamente la premisa de que los canarios debemos cuidar el turismo, también se plantean la afirmación a la inversa: ¿cuida el turismo de Canarias?
Con una aportación tan abrumadora como el 35% del PIB y cerca de 40% del empleo -350.000 trabajadores- el turismo es indudablemente la principal actividad económica de Canarias. Sin embargo también genera efectos indeseados en el territorio como el encarecimiento de la vivienda para la población o el impacto ambiental en el territorio, bien por medio de grandes proyectos como el Hotel de la Tejita o Cuna del Alma como en forma de atentados contra el patrimonio natural.
Todas estas reivindicaciones se materializarán este sábado 20 de abril en la manifestación Canarias tiene un límite, convocada por colectivos ecologistas en las ocho islas para pedir un cambio en el modelo turístico. Así, reivindican una moratoria turística para no crear nuevas plazas alojativas, la limitación del alquiler vacacional para garantizar el derecho de los canarios a una vivienda y la implantación de una ecotasa para el mantenimiento de espacios protegidos.
¿Cómo ha llegado la sociedad canaria a cuestionar el próspero modelo que durante décadas ha impulsado el desarrollo de las islas?
Más de 2 millones de canarios y 14 de turistas
En 2023 el turismo en Canarias rozó un máximo histórico con 14 millones de visitantes que, unidos a los cerca de dos millones de turistas nacionales, marcaron un año de referencia tras los retrocesos arrastrados a raíz de la pandemia. Asimismo la población canaria ha experimentado un crecimiento de más de medio millón de habitantes desde el año 2000, situándose ya en 2,2 millones de habitantes.
Todo ello ha redundado en que los precios de la vivienda se encuentren cerca de superar el máximo registrado en 2008 en un contexto tanto de crecimiento del alquiler vacacional como de la compra por parte de extranjeros. En Canarias tres de cada diez viviendas fueron adquiridas por foráneos a lo largo de 2022 y 2023, un registro que sitúa al archipiélago solo por detrás de Baleares y la Comunidad Valenciana.
Aunque su impacto sea limitado en Canarias respecto a otras comunidades, desde 2013 el gobierno central incentivó la compra de vivienda a través del denominado visado de oro o 'golden visa' (recientemente derogada). En toda España un total de 14.576 permisos de residencia se concedieron a por inversiones inmobiliarias siempre que la cuantía total superara los 500.000 euros.
Residencial o vacacional
A finales de 2023 la vivienda vacacional abarcaba el 36% de las plazas de alojamiento en Canarias (195.994 de un total de 545.344), solo por detrás del 46% de los hoteles y muy por encima del 18% de las plazas en complejos de apartamentos. Además, la profesionalización de este modelo de negocio ha provocado que la mitad de las plazas alojativas que se ofertan en las islas estén en manos de una quinta parte (21%) de los propietarios de viviendas vacacionales.
En cifras absolutas existen un total de 47.000 viviendas vacacionales legalmente reconocidas en Canarias que son gestionadas por un total de 28.560 propietarios, de los cuales más de 8.000 se han constituído como personas jurídicas. Asimismo, mientras más del 90% de las plazas hoteles y apartamentos se localiza en núcleos turísticos, menos de la mitad de la oferta vacacional (45,8%) se ubica en enclaves destinados al visitante de sol y playa, según datos del Observatorio Turístico de Canarias.
De las zonas tensionadas a la Canarias vaciada
Con la nueva ley estatal de Vivienda los municipios en emergencia habitacional pueden solicitar la declaración de zona de mercado residencial tensionada. Para ello los gastos de vivienda deben superar el 30% de la renta media o un umbral de crecimiento, lo que permitiría regular el precio de los alquileres. Santa Cruz de Tenerife, Las Palmas de Gran Canaria (distrito Puerto-La Isleta-Guanarteme) o Adeje sopesan solicitarla, aunque con ciertas reservas por los posibles efectos adversos.
Por otra parte, los datos del INE establecen que en Canarias existen más de 200.000 casas vacías - sin suministro eléctrico-, de las cuales 25.016 están en Las Palmas de Gran Canaria y 16.816 Santa Cruz de Tenerife. Más allá de las capitales existe una Canarias vaciada, conformada por los 25 municipios que tiene deshabitadas más del 30% de sus casas. Entre ellos destacan Tías, Betancuria, Tejeda, Artenara, Agulo, Hermigua, Vallehermoso y Garafía con más un 40% de viviendas vacías.
Sin vivienda pública
El retraso de Canarias en la construcción de vivienda pública ha llevado al archipiélago a disponer de un parque inferior al 1% del total, frente al 2,5% de media estatal y el 9,3% europeo. Según datos del Diputado del Común el censo de viviendas públicas se compone tan solo de 20.695 unidades (14.645 de ICAVI y 6.050 de VISOCAN), mientras que ya más de 20.000 demandantes esperan por una vivienda de protección oficial, con un aumento de 4.000 personas en los tres últimos años.
Para tratar de atajar esta situación, el Gobierno de Canarias aprobó en febrero el decreto ley de medidas urgentes en materia de vivienda. Esta norma pretende aumentar la disponibilidad de suelos cedidos por los municipios para construir viviendas, así como adquirir propiedades inacabadas para rematarlas y ponerlas a disposición del alquiler asequible, además de incentivar la promoción privada de viviendas protegidas.
Entre la turismofobia y un nuevo modelo
Aunque el clima reivindicativo haya dado alas a ciertas expresiones catalogadas de turismofobia, los colectivos convocantes de la manifestación insisten en que no se oponen al turismo, pero plantean un nuevo modelo que conjugue el desarrollo de esta industria con el bienestar de la población local.
Sea por presión turística o por el propio aumento poblacional, desde ciertos ámbitos se responsabiliza a los visitantes de la pérdida de calidad de vida en el territorio por cuestiones que abarcan desde el colapso de las autopistas, la gestión de los residuos, las restricciones en el uso de agua o la saturación de los servicios públicos. Por contra, otros sectores se alarman ante un movimiento social cuyos ecos ya resuenan reverbera en mercados emisores como Reino Unido y podrían desviar el flujo de turistas hacia otros destinos.
A favor de un turismo más respetuoso
Convocada por diferentes colectivos de tradición reivindicativa como ATAN, Ecologistas en Acción o Ben Magec pero también por otras asociaciones con fines más puntuales como Salvar La Tejita o Salvar El Puertito de Adeje, la manifestación Canarias tiene un límite pretende aglutinar a todos los sectores sociales que cuestionan el turismo de masas en un territorio frágil que cuenta con un 40% de su superficie protegida.
Por este motivo, los organizadores defienden la implantación de una ecotasa o tasa turística, como ya se aplica en Cataluña o Baleares, para mantener los 146 espacios naturales protegidos en Canarias. En un contexto de crecimiento conciencia ambiental y con un turismo cada vez más consciente de su huella, muchos visitantes estarían dispuestos a abonarla a modo de peaje para conservar la riqueza natural del destino.
Riqueza para las islas
Diversos estudios han apuntado que menos de la mitad del gasto turístico revierte en el territorio por la popularidad de paquetes tipo 'todo incluido' pagados de antemano, por lo que el consumo se realiza casi exclusivamente en el ámbito de los hoteles, cruceros o complejos vacacionales. Consciente de este fenómeno, el presidente de Canarias Fernando Clavijo señaló en el último debate sobre el estado de la nacionalidad: "No es imposible que la riqueza que se genera en Canarias se queda en las Islas".
Pese a alcanzar un récord de facturación por encima de los 20.000 millones de euros en 2023, el sector turístico no fue suficiente para absorber la tasa de paro del 16,19% con que Canarias terminó el año pasado, la tercera mayor de España, que en conjunto cerró en 11,8% a nivel nacional. En plena efervescencia turística el archipiélago redujo su tasa de pobreza en el último año y aun así, según el indicador AROPE, un tercio de los canarios sigue en riesgo de exclusión social.