Ya está todo preparado para que la Sección Segunda de la Audiencia Provincial de Las Palmas juzgue a Raúl Díaz por la muerte de la que era su pareja, Romina Celeste. El próximo día 2 de junio se procederá a la elección del jurado y el día 5 comenzarán las sesiones que durarán hasta el 13 de este mes.
Raúl Díaz, que está acusado de matar, descuartizar y quemar a su esposa Romina, se encuentra en libertad condicional después de pasar cuatro años en la cárcel. El presunto asesino, sobre el que existían denuncias previas por maltrato, asegura que él no la mató, que se la encontró muerta al regresar a casa la noche de Año Nuevo, se asustó y se deshizo de su cadáver, primero intentando quemarlo en el jardín de su casa y después arrojando sus restos en diferentes puntos de la costa de Lanzarote.
Pero la Fiscalía no lo cree. “Raúl Díaz y Romina Celeste Núñez Rodríguez se conocieron en Madrid a finales de 2017; a partir de entonces, mantuvieron varios encuentros hasta que Raúl regresó a la isla de Lanzarote, su lugar de residencia”, así comienza el escrito de acusación que defenderá el fiscal Jesús Lomba ante un tribunal del jurado formado por ciudadanas y ciudadanos que probablemente nunca han vivido una experiencia judicial similar.
Contacto telefónico
Según presenta el Ministerio Fiscal, a pesar de que Raúl regresó a Lanzarote, Romina y él mantuvieron el contacto telefónico y a principios del año 2018 Romina se mudó al domicilio de Raúl en la isla de los volcanes, en Costa Teguise. La pareja se casó el 10 de agosto de 2018.
“Durante la relación, Raúl con total desprecio por la integridad física y estabilidad emocional de Romina, tanto en el domicilio como fuera de él, la agredió en distintas ocasiones, además de tratarla con menosprecio, lo que generó en ella un estado de angustia y miedo insoportable”, explica el fiscal en su escrito.
El fiscal detalla que el día 1 de enero de 2019, de madrugada, cuando Raúl y Romina se hallaban en la planta de arriba del domicilio familiar, Raúl Díaz Cachón, golpeó a Romina en distintas partes del cuerpo “Y le dio muerte, sin que se hayan determinado los mecanismos de causación”, reza el escrito.
Intención de matarla
“Raúl Díaz Cachón actuó con intención de causar la muerte a Romina Celeste Núñez o en cualquier caso, representándose que con su manera de proceder, era altamente probable la causación de la muerte, pese a lo cual no cesó o interrumpió su acción, aceptando que la muerte se produjera”, continúa el relato.
Según la Fiscalía, el acusado mató a Romina al considerarla un ser inferior con el que podía desatar su rabia, y ello por el hecho de ser una mujer joven, extranjera y sin recursos que ejercía la prostitución para mantenerse económicamente.
Posteriormente, Raúl se deshizo del cuerpo. “Para ello el día 1 de enero de 2019, por la mañana, con total falta de respeto al cuerpo sin vida de Romina, puso su cadáver sobre una barbacoa de gas marca Barbecock Brhama, colocando la cabeza y tronco del cuerpo de Romina encima de la parrilla, y, al no tener espacio para las piernas, estas quedaron colgando en el exterior; encendió el gas, y prendió fuego al cuerpo”, afirma de forma rotunda el fiscal.
Desmembró el cuerpo
La hipótesis que maneja la acusación es que la barbacoa estuvo encendida durante horas. “Desprendiendo el cuerpo de Romina un fuerte olor que alertó a los vecinos, quienes, al observar sobre las 18:30 horas una llama de considerable altura que permaneció activa al menos durante diez minutos, acudieron al domicilio de Raúl preocupados por la existencia de un posible incendio”, describe.
Raúl atendió y tranquilizó al vecino que le tocó a la puerta y le dijo que estaba haciendo un asadero. “Pese a ello, Raúl no apagó la barbacoa y continuó quemando el cuerpo de Romina hasta la noche, momento en el que apagó la máquina y la introdujo en un cuarto de la lavadora. Allí, durante los días 2 y 3 de enero, desmembró el cuerpo de Romina cocinado, utilizando para ello sus propias manos y la barbacoa que empleó como instrumento de disección así como otro instrumento que no se ha podido determinar”, asegura el fiscal.
Arrojó partes del cuerpo al mar
La acusación mantiene que durante dos días, Raúl estuvo introduciendo en bolsas de basura el cuerpo de Romina. El tres de enero Raúl alquiló un coche marca Citroen y, por la noche, se dirigió a una tienda de Costa Teguise, para comprar unas tijeras y bridas.
“Raúl en la noche del tres al cuatro de enero introdujo las bolsas en el maletero del vehículo que había alquilado al efecto, en el que se trasladó hasta la zona de los Ancones de Costa Teguise, donde detuvo el vehículo, sacó las bolsas y arrojó parte del cuerpo de Romina al mar”, expone el fiscal.
Presuntamente, el día cuatro de enero Raúl regresó a su casa donde permanecía parte del cuerpo de Romina que no se había quemado, en concreto, la zona de la cadera hasta los pies, y, al llegar a casa, empleó las bridas que había comprado el día anterior para agarrar las piernas y la cadera a la parrilla de la barbacoa. En la madrugada del día cinco de enero introdujo en el maletero del coche la parrilla con esa parte del cuerpo de Romina y se trasladó hasta la zona de los Hervideros en Costa Teguise, estacionó el vehículo y arrojó al mar el resto de Romina, de forma que tan solo apareció el día 5 de enero de 2019 un pulmón de la víctima.
Se deshizo de objetos
“Asimismo se deshizo de la barbacoa y de los instrumentos empleados para desmembrar el cuerpo, así como de todos aquellos objetos que podrían implicarle en la muerte de Romina”, subraya el escrito.
El día 4 de enero Raúl había comprado en un supermercado sosa cáustica, guantes, tres paños, y tres bandejas de aluminio desechable, lo que empleó para limpiar en profundidad el patio y el cuarto de lavadora y evitar ser descubierto.
Durante los días siguientes cuando amigos y familiares le preguntaban por Romina, les contó que se había marchado tras una discusión. Finalmente, el día 8 de enero de 2019, se presentó en el puesto de la Guardia Civil de Costa Teguise, para presentar una denuncia por la desaparición de su esposa.
Raúl Díaz está acusado de un delito de maltrato habitual, un delito de lesiones en el ámbito de la violencia de género, un delito de lesiones en el ámbito de la violencia de género, un delito de homicidio, un delito de profanación de cadáver y por uno de simulación de delito. De ser declarado culpable podría pasar más de 25 años en prisión.