El incienso, el oro y la mirra no llegaron a Canarias al mismo tiempo que lo hicieron a Belén. Este acto de ofrenda cristiano protagoniza el gran día de las fiestas navideñas en España, pero la historia de su celebración nos toca muy de cerca. Alcoy, en la Comunidad Valenciana, está documentado como el primer municipio que celebró una cabalgata en la víspera de la Epifanía del Señor en 1885. Pero habría que esperar varios años más para que las comitivas de los reyes cargadas de regalos y de ilusión llegaran por primera vez a Canarias.
El historiador Julio Torres Santos ha sido quien ha recogido en el libro Los Reyes Magos en La Laguna. Apuntes para un centenario que la de la ciudad del Aguere es la cabalgata más antigua de Canarias y también está entre las más antiguas de España. Una celebración organizada por “las señoras” de la Cruz Roja con escasos recursos y bajo las inclemencias del tiempo lagunero.
En 1912
Habría que remontarse a 1912 cuando tuvo lugar esta cabalgata. A modo de contexto ese mismo año se estableció la República de China, se probó el primer paracaídas, se hundió el Titanic, se fundó la empresa Paramount Pictures, se creó el club que después se convertiría en el Club Deportivo Tenerife, el Tenerife Sporting Club, y en las islas se aprobaba la Ley de Cabildos con la partición regional en dos provincias vista de forma diferente en Gran Canaria (a favor) que en Tenerife (en contra).
Según ha recogido el historiador ese mismo año fue cuando tuvo lugar la primera celebración de este estilo. En ‘El periódico Lagunero’ se había publicado que el espectáculo montado por la junta local de Cruz Roja descendería por las laderas de la montaña de San Roque, con los Reyes Magos cabalgando camellos “y precedidos de un brillante séquito, portador de las bellas ofrendas que llevarán la alegría y el alborozo a los hogares de los niños pobres”.
No se diferenciaban mucho de lo que hoy en día se ve en las calles en la tarde del 5 de enero. Bandas de música y ropajes estrafalarios para representar la ofrenda cristiana, pero el nacimiento de esta cabalgata partió más de la solidaridad con los más necesitados, para quienes se hizo una recogida de juguetes por parte de los voluntarios de Cruz Roja.
La primera de La Palma
Poco después de esta fecha comenzaron a celebrarse más cabalgatas en la víspera de la Epifanía del Señor. El artículo La Cabalgata de Reyes de Santa Cruz de La Palma como precursora de la Cabalgata Anunciadora de la Bajada de la Virgen escrito por la cronista oficial de Los Llanos de Aridane y exdiputada canaria, María Victoria Hernández, recoge la que fue la primera cabalgata de los Reyes Magos en Santa Cruz de La Palma.
Fue en 1915. El mundo llevaba seis meses envuelto en la Primera Guerra Mundial, hecho que se vio reflejado en la ‘Gaceta de Tenerife’ que con crítica y contexto recogió el momento: “La guerra, espantosa y nuevo Herodes del siglo xx, ha ensangrentado por miles los hogares, sembrando la desesperación entre las madres que lloran al esposo muerto y estrechan entre sus brazos al hijo huérfano…No hay fiesta de paz y alegría que no esté sembrada por el triste pensamiento de la guerra entre los hombres” (texto recogido del artículo).
En otros periódicos la melancolía de la guerra se dejó a un lado y se abordó de forma más descriptiva el acto. Así, se sabe que la comitiva comenzó en la plazoleta de La Encarnación donde se repartieron los primeros juguetes a los niños más vulnerables, que la cabalgata la encabezaban las autoridades militares, civiles y legales de la época y que estuvo todo el rato acompañada de una banda de música.
Por su parte, en Gran Canaria, hay documentos que citan en 1952 la primera cabalgata de reyes, organizada por la Casa Galicia. Por su parte, en Fuerteventura, las crónicas datan a 1962 como la fecha en la que se celebró la primera cabalgata oficial.