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Sociedad

¿Cuál es el mejor momento para ver una lluvia de estrellas? Estas son las recomendaciones del IAC

Algunos de los factores que influyen son la fase de la Luna o la fecha y hora del máximo de actividad previsto

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Lluvia de estrellas de las Gemínidas. / IAC

Canarias disfruta cada año de un fenómeno natural incomparable: las lluvias de estrellas. Aunque no lo parezca, no todas son iguales. Desde el Instituto de Astrofísica de Canarias (IAC) han difundido una publicación explicativa sobre las diferencias que existen entre ellas para que los amantes de la astronomía planifiquen su observación. 

El artículo, de Alfred Rosenberg, matiza que aunque el fenómeno es bien conocido, son muchos los factores que hacen que su observación varíe de un año para otro. "Algunos no pueden ser controlados, como la densidad real de la nube de escombros que ha dejado el cometa, pero otros si podemos preverlos", apuntan. 

De esta manera, desde el IAC ofrecen una lista de factores importantes a la hora de pronosticar si la lluvia de estrellas puede ser un éxito o si por el contrario puede no merecer la pena. "Algunos dependerán de la localización del observador sobre la Tierra, como la meteorología o la altitud del radiante, y otros afectarán por igual a todos, como la fase de la Luna o la fecha y hora del máximo de actividad previsto", explican. 

¿Cuáles son las recomendaciones? 

Por ello, desde el Instituto cuentan que para disfrutar del fenómeno debe haber una buena meteorología, es decir, que el cielo se pueda ver. Afirman que en verano las condiciones son más favorables con cielos más despejados y temperaturas nocturnas más agradables, "estación donde se dan las lluvias de meteoros más famosas como las Perseidas, a pesar de que algunas de invierno son igual o más intensas, como las Gemínidas". Por ello aconsejan comprobar la previsión meteorológica para el lugar de observación seleccionado. "Cielos sin nubes, poco viento y una temperatura confortable auguran una apacible noche de observación. La calima, especialmente junto con la presencia de la Luna, no presagia buenas condiciones", recomiendan junto a la página web MeteoBlue o AEMET.

Otro factor es la fase de la Luna, ya que el satélite supone un estorbo para quienes quieran ver el cielo nocturno. "Nuestros ojos tratan de adaptarse a la luminosidad existente y, siendo la Luna un objeto relativamente brillante, este atenuará el brillo de las estrellas" a lo que se suma el "efecto visillo” de la atmósfera "debido a la Luna nos impedirá apreciar las estrellas fugaces más débiles que son las más numerosas", afirman desde el IAC. Por ello apuntan que la fase, así como la hora de salida y puesta de la Luna, deben ser factores a tener muy en cuenta a la hora de disfrutar de una noche de estrellas fugaces. Esto se puede consultar en el propio calendario del IAC o usar aplicaciones como stellarium

A su vez es importante la fecha y la hora del máximo de actividad, ya que existe una previsión anual de las fechas y horas en que cada lluvia de estrellas puede tener lugar. Recomiendan consultar, por ejemplo, la web de la Organización Internacional de Meteoros (IMO.net), donde se ofrece todo tipo de información útil en este sentido. "En especial, preste atención a la fecha y hora del máximo previsto para la lluvia de su interés. Será el momento en que previsiblemente más pueda disfrutar del evento. Pero puede ocurrir que este máximo ocurra de día o cuando el radiante está aún bajo su horizonte". 

Por ello el radiante de la lluvia en cuestión es crucial. Se trata del punto aparente en el cielo del que parecen provenir las estrellas fugaces durante toda la noche. De hecho, a mayor altura del radiante, más probabilidad de ver un mayor número de estrellas fugaces, y se puede verificar en simuladores del cielo como stellarium

Lluvias más destacables

Entre las lluvias de estrellas más destacadas por el IAC a lo largo del año, recuerdan que la más activa suele ser las Gemínidas, cuyo máximo es el 14 de diciembre y puede ser hasta un 50% más intensa que las Perseidas, que ocurren el 12 de agosto.

También que "solo un poco menos intensa" son las Quadrántidas, del 4 de enero, mientras que las h-Acuáridas, del 5 de mayo, "suelen alcanzar la mitad de la actividad de las Perseidas". Asimismo las d-Acuáridas y las Oriónidas, del 31 de julio y 21 de octubre respectivamente, "tienen una cuarta parte de actividad relativa a las Perseidas", concluyen.