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Sociedad

Aranda: "No querer usar la inteligencia artificial es como negarse a utilizar una calculadora"

La doctora en lingüística y experta en IA visitó Las Palmas de Gran Canaria la semana pasada para participar en el XXVI Congreso Nacional de Auditoría

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En la imagen, Cristina Aranda, experta lingüista y en inteligencia artificial / CRUZ ROJA

Cristina Aranda, cofundadora de Big Onion y Mujeres, así como de la asociación MujeresTecha visitó Las Palmas de Gran Canaria la semana pasada para participar en el XXVI Congreso Nacional de Auditoría organizado por el Instituto de Censores Jurados de Cuentas de España (ICJCE) y celebrado en el Palacio de Congresos de Canarias. La también doctora en lingüística y experta en inteligencia artificial (IA) concede una entrevista a Atlántico Hoy en la que reflexiona sobre la importancia de una tecnología irruptiva que ha llegado para quedarse. 

"Se nos están vendiendo escenarios apocalípticos y esto es una herramienta, es como cuando apareció la electricidad", señala. Además, lanza un mensaje de tranquilidad para advertir de que la inteligencia artificial no le va a quitar el puesto de trabajo a nadie. Eso sí, "te lo va a quitar alguien que sepa utilizar la IA".

[Pregunta] ¿Qué papel juega la inteligencia artificial en la auditoría de cuentas?

[Respuesta] La IA en la auditoría de cuentas interviene ya en todo el procesamiento, sobre todo en el cálculo matemático. Así como en toda la gestión documental, lo que se llama la automatización inteligente de procesos. Pensemos que en la IA la materia prima son los datos y el 80% de estos datos de las Administraciones Públicas y de las empresas no están estructurados desde el punto de vista de la naturaleza lingüística. Ahí es donde participa, en hacer entender a las máquinas nuestro lenguaje. Es muy relevante. Pensemos que estas inteligencias artificiales generativas, como ChatGPT, son calculadoras de información. Además, pueden predecir, por ejemplo, detección de fraude o me puede ayudar a estimar determinados análisis financieros.

¿Cuáles son las limitaciones que tiene la IA en la auditoría de cuentas? Porque al ser un sector con una gran responsabilidad detrás, no puede prescindir de la supervisión humana.

Son tecnologías entrenadas con todo lo que encuentran por internet. Y hay veces que estas IA generativas son muy complacientes, intentan responder todo, incluso se inventan cosas, lo que se llama alucinaciones. Hay que tener en cuenta que aún fallan mucho. Ahí estaría el reto de la calidad del dato, gestionar el resultado de estas inteligencias artificiales. Por otro lado están los sesgos. Hay muchos sesgos sobre todo en la documentación y en el lenguaje. O en el caso de la auditoría, el lenguaje administrativo sigue sin ser un lenguaje claro. De hecho la semana pasada se aprobó en el Boletín Oficial del Estado (BOE) un artículo donde se recoge que la ciudadanía tiene el derecho de entender lo que le diga la Administración.

No todo es ideal en la inteligencia artificial. 

No nos olvidemos, ya fuera del ámbito de la auditoría, de la regulación. La inteligencia artificial no está regulada. Recordemos el caso de unos chavales de Almendralejo que utilizaron la plataforma de DeepFace para denigrar a sus compañeras en situaciones pornográficas. O vemos que está impactando también en democracias. Falta mucha precisión sobre cómo desarrollar la IA. Luego es importante la ética, no tenemos código deontológico. Las personas que estamos desarrollando inteligencia artificial no sabemos cómo aplicarla.

Imagen de Inteligencia Artificial | Foto de Pitinan/123rf

¿Cuál sería la consecuencia de aquí a un tiempo si no se establece un código ético?

En mi libro Vida futura explico todo esto. Se nos están vendiendo escenarios apocalípticos y esto es una herramienta, es como cuando apareció la electricidad. Claro que genera caos e inquietud porque es un cambio de paradigma en muchas cosas, como en la producción industrial. Claro que va a impactar en trabajos, pero se van a generar otros nuevos. Siempre tendrá que haber una persona controlando todo esto. Y no nos olvidemos de que la IA ahora está en manos de pocas empresas a nivel mundial, son quienes están decidiendo todo. 

¿Y cómo ve el panorama?

Como una herramienta que nos va a permitir trabajar de forma más eficiente y más rápida. Hay determinados puestos de trabajo que nunca los va a suplir la máquina porque es necesaria una inteligencia emocional y social que la máquina no tiene. Como por ejemplo los cuidados. O, en el ámbito de la auditoría, la mediación, que es negociación pura y dura entre personas. Intervienen muchas cosas que tienen que ver con el lenguaje natural y que la máquina a día de hoy no sabe. La inteligencia artificial no te va a quitar el puesto de trabajo, te lo va a quitar alguien que sepa utilizarla. Ahora es cuando se están revalorizando por fin las humanidades porque en toda esta interacción persona-máquina se han dado cuenta las grandes tecnológicas que necesitan lingüistas, antropólogas, periodistas., etc. En definitiva, profesionales que sepan de lo humano y lo mundano. 

En la imagen, Cristina Aranda, doctora en lingüística y experta en IA / EFE

En Canarias muchas empresas son pymes. ¿Qué desafíos específicos enfrentan las pequeñas y medianas compañías de las Islas para integrar la IA en sus procesos contables y de auditoría?

Yo realicé el Plan Director de inteligencia artificial de Turismo de Tenerife y eso me permitió descubrir la realidad de todo el tejido turístico, pero también empresarial. Pensemos que las pymes somos la mayoría del tejido industrial de España y muchas tienen de una a nueve personas contratadas. Lo bueno de estas inteligencias artificiales es que hace unos años yo tenía que saber programar para utilizarla. Ahora con mi lenguaje natural doy instrucciones a la máquina. Puedo desarrollar código, puedo crear vídeos... Ahora bien, exige hacer un plan formativo y un plan con estos ecosistemas empresariales, darles formación y herramientas con mínimo coste y máximo impacto.

¿Dónde está la clave?

El gran reto es acelerar la formación y dar las herramientas básicas a estas empresas que les permitan ser competitivas.

¿Canarias está preparada para apostar de manera decisiva por la IA en la auditoría de cuentas?

Sí. Lo importante es que existe la conciencia de que los datos y la inteligencia artificial son herramientas útiles y que hay que empezar a utilizarlas. Esto es básico, porque si desde las directivas no tienen ese conocimiento ni admiten que es necesario aplicarlo no hay nada que hacer. Por lo que estoy viendo en este Congreso, las personas sí que tienen esa incertidumbre y temor, que en todos los sectores está. Pero en cuanto empiezas a hablar, interactuar y explicarles, ya pierden el miedo. Es como negarse a utilizar una calculadora.