El 6 de diciembre de 1978 los españoles tuvieron que responder a una pregunta clave para el futuro de todo un país: constitución, ¿sí o no? Después de tantos años de dictadura, oscuridad, miedo y violencia había cierto temor por ir a las urnas. Parecía raro que por una vez los ciudadanos tuvieran la posibilidad de hablar libremente para decidir qué querían y cómo lo deseaban. El apoyo fue contundente con un 87,9% de votos a favor. Todo ocurrió envuelto en un contexto económico y social muy diferente al actual porque son 45 años en los que ha llovido mucho.
Por aquel entonces Canarias recibía menos turistas, solo había una universidad pública, no había televisión autonómica, comprar una casa era más barato, la inflación era mucho mayor y el paro era más elevado. Desde el punto de vista institucional, ni hablar de Estatuto de Autonomía o un Gobierno de Canarias como lo conocemos hoy en día. Atlántico Hoy busca hacer un análisis sobre las claras diferencias entre el año que lo cambió todo y 2023.
El Parlamento
Es fácil caer en la tentación de creer que en el número 5 de la calle Teobaldo Power en Santa Cruz de Tenerife se han celebrado sesiones en el Parlamento regional durante toda la vida. Pero no tan rápido, que dar tantas cosas por hecho es peligroso. No fue hasta el 30 de mayo de 1983 cuando se dio por constituida la cámara de representantes –¿te resulta familiar la fecha, verdad?–, antes de ese momento se vivió una etapa preconstitucional y en el año 1978 estuvo al mando Alfonso Soriano Benítez de Lugo.
En el 82, recordado por todos como el año de Naranjito y el Mundial de fútbol en España, se aprobó el Estatuto. Tras algunas pinceladas fundamentales para situarse en aquel momento desde el punto de vista político cabe preguntarse qué situación económica vivían las Islas. Lo cierto es que el desempleo ha variado bastante.
Paro y universidad
Según datos del Instituto Nacional de Estadística la tasa de paro estaba en el 10,19% y ahora se sitúa en el 15,25%. Una variación que, en honor a la verdad y a la precisión, ha fluctuado mucho porque de por medio ha habido tres grandes crisis que han puesto en jaque la estabilidad financiera del país. Es reseñable que el 21,57% de los jóvenes que tenían entre 20 y 24 años en 1978 no contaban con trabajo. Si usted se pregunta la cifra actual, es más escandalosa porque ronda el 30%.
Un paseo por Tafira, el Obelisco, Guajara o Anchieta demostrará la enorme cantidad de universitarios que hay en el Archipiélago. Solo las dos universidades públicas –Las Palmas de Gran Canaria y La Laguna– suman más de 40.000 matriculados. La realidad en el año que se votó la Constitución era distinta, no existía la ULPGC –nació en 1983–y, por tanto, eran menos las personas que se aventuraban a estudiar una carrera por las dificultades para irse fuera.
Transportes
De hecho, en el 78 se creó la Escuela Universitaria Politécnica en Las Palmas de Gran Canaria. El texto del Boletín Oficial del Estado (BOE) refleja “la necesidad sentida por las Islas de centros que impartan enseñanzas orientadas a la formación científica y técnica de profesionales en las ramas de tecnología”. “Que su desarrollo económico y cultural requieren y sus expectativas necesitan queda reflejada en la demanda existente de esta clase de titulados”, agrega.
Ahora los canarios tienen la posibilidad de elegir entre dos universidades públicas y es muy común ver a estudiantes que cogen el avión o un barco para desplazarse hasta alguna de las dos islas capitalinas. No había Binter, aunque ya existía, por ejemplo, Fred Olsen. Además, había otras compañías que ofrecían el servicio. Para conectar por vía marítima con la Península existía JJ Sister. Aquellos que preferían hacerlo por aire, podían montarse en una aeronave de Aviaco.
Inflación
Vía terrestre también ha habido cambios porque lejos quedaba el tranvía de Tenerife o la empresa de guaguas Global –antes dividida en Salcai y Utinsa–. El mismo año que se celebró el referéndum de la Constitución se inauguró el Aeropuerto de Tenerife Sur porque las autoridades plantearon la necesidad de elegir un nuevo emplazamiento debido a los inconvenientes de carácter meteorológico que había en Los Rodeos.
Volviendo a la economía, toca abordar un tema peliagudo: la temida inflación. En el año de referencia, el IPC del Archipiélago estaba en el 26%, según el estudio ‘La relación entre el IGIC y los precios de consumo. Problemas de Cuantificación’. La cifra actual es del 4,3%.
Turismo
Josué Gutiérrez, profesor de Sociología en la Universidad de La Laguna (ULL), atiende a este periódico y relata que el principal cambio que ha vivido Canarias es el crecimiento exponencial de población porque cuenta con un millón más de habitantes. “Por ello han surgido debates nuevos como el desarrollo turístico”, afirma.
El trabajo académico ‘Formación y participación: tendencias en el turismo en la región canaria’ elaborado en la ULPGC por Ángela García y Cristina Valencia recoge que en el 78 aumentaba la cantidad de visitantes, pero la oferta de camas seguía siendo mayor que la demanda y eso afectó a los precios. “Entre ellos los más afectados resultaron ser los pequeños empresarios canarios”, afirma.
Precios muy elevados
La situación “empeoró la crisis haciendo que muchas empresas turísticas canarias tuvieran que vender sus complejos, lo que resultó en la necesidad de crear la Asociación Canaria de Empresarios del sector turístico. Ni con eso se pudo parar. Existía un déficit de estrategia de mercado”.
“Ese mismo año muchos hoteles en Canarias elevaron sus precios hasta en un 70% que ocasionó la lógica reducción de turistas, que, a su vez, provocó el que los hoteleros obtuvieran menos ganancias”, prosigue.
La recuperación
El número de turistas se situó en 1.442.935 el pasado mes de octubre y las Islas se están recuperando con buenos datos del cero turístico que provocó la COVID-19. En lo que va de año se han superado ya los ocho millones, el 7,8% que en el mismo mes del año anterior a la pandemia.
Gutiérrez subraya que se vive mejor “que hace 40 años”, pero todavía hay una brecha importante con el resto del país en muchos temas como la pobreza o los indicadores educativos. “La evolución es positiva, pero menos que en otros lugares”, exclama.
Comprar una casa
El Banco de España elaboró en 2003 el informe denominado ‘Una visión macroeconómica de los veinticinco años de vigencia de la Constitución Española’ sellado por José Luis Malo de Molina. El texto recoge una gran cantidad de datos, entre ellos, la evolución que ha experimentado el precio del metro cuadrado.
En 1978 costaba 198,4 euros –unas 33.000 pesetas al cambio– y ahora ha alcanzado los 1.733,4 euros, una cantidad que roza los niveles provocados por la burbuja inmobiliaria de 2008. Un ejemplo práctico: Idealista tiene un catálogo muy amplio y en la plataforma se pueden encontrar algunos pisos en el barrio de Guanarteme por 425.000 euros y 163 m2. Por el mismo espacio hace 40 años se pagaban 32.000 euros –o, al cambio, unas cinco millones de pesetas–.
Derechos conquistados
Tampoco había televisión autonómica, ni estaban reconocidos derechos ahora indiscutibles como el matrimonio homosexual o el reconocimiento de las personas trans. Ha pasado casi medio siglo con muchas épocas convulsas y otras más felices en una tierra repleta de gente con ganas de prosperar y de crecer sin necesidad de irse.
Canarias está compuesta por ocho territorios –antes no estaba considerada La Graciosa como una isla en el Estatuto– en miniatura que conforman una comunidad unida con gente que ojalá dentro de 45 años pueda, podamos, decir con orgullo que vivimos mejor aún que en 2023.