Canarias vuelve a ser víctima de una subida de temperaturas, alcanzando en algunas islas hasta los 37 grados centígrados. Este calor no solo afecta de día, las noches también suponen un campo de batalla contra el sofoco de las temperaturas. La falta de aire acondicionado, edificios no adaptados o trabajar al aire libre son algunos de los aspectos que afectan a las clases con menor renta durante estos meses de calor.
Llega a las islas una segunda ola de calor que puede repetirse a lo largo del verano. El cambio climático es el culpable de que las temperaturas sigan incrementándose. Y no contar con herramientas que faciliten sobrellevar este calor puede ser perjudicial para la salud. Pero, ¿cómo se puede luchar contra las altas temperaturas y sobrevivir en el intento si no se dispone de las comodidades necesarias?
Golpe de calor
Tras un día caluroso, una persona espera poder disfrutar de la frescura de la noche; sin embargo, las temperaturas también han aumentado durante las últimas horas del día. Según un estudio publicado en la revista científica Environmental Epidemiology en 2021, las noches calurosas son una causa de mortalidad en el sur de Europa. Para que una noche se considere tropical, ha de superar los 20 grados centígrados, aunque eso depende mucho de la localización. Por ejemplo, en Canarias es muy habitual alcanzar mayores temperaturas.
El calor nocturno impide el descanso y aumenta el estrés. El golpe de calor no es el causante de la muerte en sí. Lo que conlleva, en realidad, es el agravamiento de otras patologías. Por ello la importancia de tener en cuenta a las poblaciones vulnerables, como es el caso de niños y niñas, personas mayores, aquellas que trabajan al aire libre o quienes sufren enfermedades cardíacas, pulmonares, diabetes o problemas de salud mental, entre otras.
Consejos para el calor
Debido a la falta de recursos para combatir el calor, estos consejos aportados por Cruz Roja pueden ayudar a aguantar el periodo estival. La falta de aire acondicionado se puede suplir, dentro de lo posible, conservando la vivienda fresca con ventanas cerradas y cortinas o persianas bajadas para evitar la mayor cantidad de sol directo posible. Así como aprovechar a ventilar la casa por la noche, si la temperatura exterior es más fresca que la interior. Además de apagar todos los dispositivos electrónicos posibles.
El cuerpo es otro de los elementos que se debe tratar de mantener fresco e hidratado. Beber agua con regularidad y comidas ligeras y frescas, tanto para almorzar como cenar, son la receta perfecta para soportar el calor. Lo mejor es evitar bebidas azucaradas, el alcohol y la cafeína. La fruta y verdura pueden ser aliados, por ejemplo, en recetas como el gazpacho, ayudando a reponer las sales perdidas por el sudor.
Aliados y enemigos
La ropa y los complementos son, de igual manera, importantes. Se aconseja el uso de ropa ligera, colores claros y que transpire, y esto incube también al calzado. Además de sombreros o gorras que cubran la cabeza, cara, orejas y sienes. Se deben proteger, asimismo, los ojos con gafas de sol adecuadas y la piel con protector solar.
Uno de los peores enemigos durante una ola de calor son las horas centrales del día. Es preferible evitarlas, sobre todo si se desea realizar actividad física. Si se va a estar en exteriores, la sombra es el mejor aliado, así como mantenerse hidratado, el uso de ropa adecuada y la protección solar.
Acudir al médico
Si se va de viaje o se coge el coche, no dejar niñas y niños, personas mayores ni animales en vehículos estacionados. Abrir las ventanas o poner el aire acondicionado son dos opciones factibles. Pero se debe tener cuidado con los cambios bruscos de temperatura al entrar o salir del coche. Y, cómo no, hidratarse bien.
Ante problemas de salud, es recomendable acudir a la médica o médico si se considera necesario para pedirle consejo, además de seguir sus sugerencias y advertencias. Continuar tomando la medicación establecida y no automedicarse. Si se tiene alrededor personas consideradas vulnerables, los cuidados son vitales. Lo mejor es mantener el contacto y saber cómo se encuentran.