El sí o no de los móviles en las aulas sigue en el aire. El Consejo Escolar de Canarias ha publicado este viernes un informe en el que se posiciona en contra de prohibir los móviles de forma absoluta en los centros educativos, reclamando en su lugar un marco regulatorio común y restrictivo sobre el uso personal y recreativo de estos dispositivos.
El documento, que ha sido solicitado por la Consejería de Educación y no es vinculante, propone que el uso del móvil se concrete según niveles educativos, considerando edades y madurez del alumnado.
Regular su uso
Hace hincapié en que es importante regular el uso en toda la educación primaria y secundaria, incluido el bachillerato y la formación profesional, al menos, en centros con niveles integrados.
En el escrito se hace consciente que, en los primeros cursos de la ESO, el uso pedagógico que se le pueda dar a los móviles puede señalar o excluir a aquel alumnado que no posee esta tecnología, aumentando la presión social ya existente sobre la persona y su familia para que la adquiera.
Elección de los centros educativos
Se considera relevante también tener en cuenta las situaciones personales particulares que aconsejen y justifiquen la tenencia del dispositivo personal durante el horario lectivo y complementario y que no supongan un menoscabo de la participación y la convivencia.
No obstante, el Consejo Escolar de Canarias recomienda a la administración educativa el establecimiento de un marco regulatorio común y restrictivo sobre el uso personal y recreativo de teléfonos móviles en los centros educativos. De esta manera, los centros educativos tendrían la capacidad y potestad para definir con precisión el límite al uso de los móviles en el contexto escolar.
Competencias digitales
Al mismo tiempo, este órgano propone que las decisiones tomadas por los centros sobre este tema sean especialmente clarificadas, dialogadas y consensuadas con todos los sectores de su comunidad educativa.
Asimismo, pide a la Consejería de Educación que dote a los centros educativos de infraestructuras, conexión y dispositivos, para su uso pedagógico, a fin de generar de manera segura, controlada y supervisada por el centro, la necesaria competencia digital del alumnado en el uso responsable, crítico y seguro de las TIC que exige la sociedad global actual.
También, y en beneficio de un clima académico en el que se minimicen las potenciales distracciones, situaciones de riesgo y conflictos expuestos en este informe, reclama que se les dé a los centros asesoramiento para establecer una regulación, así como mobiliario que sirva de almacenamiento seguro para la custodia de los móviles a fin de que el estudiantado pueda entregaros y recogerlos al final de la jornada lectiva.