Hace meses saltaba la noticia de que medicamentos normalmente recetados para los pacientes diabéticos, como por ejemplo el Ozempic, estaban comenzando a escasear en las farmacias. De hecho, la situación no ha cambiado en absoluto, ya que actualmente encontrarlo en farmacias de las Islas sigue siendo en diversas ocasiones una odisea para pacientes que sufren esta enfermedad.
Es el caso de Sandra, una joven diabética que cuenta a Atlántico Hoy que desde hace meses, tanto para su abuela --también diabética tipo 2-- como para ella, les supone un problema encontrar sus respectivos fármacos en farmacias, lo que le ha obligado a tener que reservar con antelación para poder disponer de él.
El Ozempic se hizo viral hace un tiempo en todo el país por su uso como adelgazante, lo que estaba generando un desabastecimiento en las farmacias. Según su propia descripción, es un medicamento inyectable de venta con receta usado junto con una dieta y ejercicio para mejorar los niveles de azúcar (glucosa) en la sangre en adultos con diabetes mellitus tipo 2, así como para reducir el riesgo de eventos cardiovasculares serios tales como ataque cardíaco, ataque cerebral o la muerte en adultos que padecen diabetes mellitus tipo 2 con enfermedades cardíacas confirmadas.
En búsqueda por ocho farmacias
Pero no es el único medicamento para diabetes con este problema. Sandra cuenta que en el caso de su abuela tuvieron que recorrer hasta 8 farmacias para conseguir su fármaco, mientras que en el caso de ella tiene que pedirlos con bastante tiempo de antelación porque en alguna ocasión no ha logrado encontrarlos. Ya la propia OCU lo ha alertado: estos medicamentos están destinados para el tratamiento de la diabetes tipo 2 (DM2) y tanto uno como otro forman parte de una familia de medicamentos conocida con el nombre de análogos de la GLP-1.
''Yo puedo comer igual y el azúcar a lo mejor se pone por encima del rango por el motivo que sea, entonces me tengo que poner más insulina y puedo incluso llegar a perder hasta dos y tres kilos, y también pasa al contrario. De hecho, se de personas que no tienen diabetes y aseguran haber perdido 15 o 20 kilos con el Ozempic porque se lo han recetado para perder peso. A pesar de lo caras que son, la gente las compra igual'', explica Sandra, quien añade que en el caso de su abuela, que usa el medicamento Victoza, estuvieron un tiempo sin encontrarlo en las farmacias, lo que les ha obligado a pedirlo con antelación. Incluso llegaron a avisar a la doctora de cabecera para que le cambiase a otra insulina.
Desde el Colegio Oficial de Farmacéuticos de la provincia de Santa Cruz de Tenerife explican que el problema principal es el uso de este tipo de medicamentos en gran cantidad para otros fines que no son la diabetes, el cual lleva ocurriendo desde hace meses en toda Europa, y que no solo pasa con el Ozempic. A pesar de ello aseguran que intentan mantener el stock y utilizan una aplicación para ver en qué farmacia lo tienen. Además detallan que el laboratorio no está produciendo más, y que priorizan venderlo más en países como Estados Unidos ya que se vende a un precio superior que en Europa.