La sala de lo penal del Tribunal Superior de Justicia de Canarias (TSJC) ha ratificado la pena de 4,5 años para cada uno de los cuatro patrones de un cayuco que en noviembre de 2021 partió de Mauritania y llegó a La Gomera con una personas muerta y cinco que fueron ingresadas en centros hospitalarios.
Aunque en principio la Fiscalía consideró que se trataba de un homicidio y pidió 10,5 años para cada uno, la Audiencia Provincial de Santa Cruz de Tenerife y el TSJC los condenan por favorecer la inmigración ilegal y por lesiones imprudentes graves.
Desde Mauritania
La embarcación partió de Mauritania a finales de noviembre y la travesía duró casi veinte días, que resultaron especialmente duros dado que los tripulantes no tenían chalecos salvavidas ni herramientas para poder reparar averías.
También carecían de luces de posicionamiento para marcar su ubicación, así como de instrumentos de comunicación para emergencias o medio alguno para protegerse de sol, viento o lluvia, y escasa era también la cantidad de comida y bebida.
En el fallo al que ha tenido acceso EFE se refleja que los cuatro condenados eran conscientes del riesgo que existía, y de que participaban en una inmigración clandestina, dado que ninguno de los ocupantes tenía permiso de entrada y permanencia en España.
Durante el viaje los procesados se encargaron por turnos de ejercer como patrones, llevando el mando de la nave o marcando la dirección de la embarcación en la que los 20 viajeros iban hacinados. También asumieron las tareas de repartir y racionar la comida y bebida y mantener el orden en la embarcación.
Gran riesgo
De las características del cayuco se desprende el importante riesgo que existió para la salud y la situación sanitaria, y más aún cuando el viaje se realizó durante la pandemia, sin distancia de seguridad ni mascarillas y cada uno de ellos pagó 400 euros.
El TSJC coincide con la Audiencia Provincial en que el barco empleado era “absolutamente inadecuado”, ya que apenas medía 15 metros de eslora y dos de manga, y era propulsado por dos motores.
El Tribunal Superior de Justicia de Canarias dictamina que las declaraciones de los acusados resultaban “inverosímiles”, especialmente cuando señalaron que no se habían percatado de la muerte del migrante hasta que arribaron a La Gomera.
La sala reprocha a los patrones que, “pese a la benevolencia penal” de la Audiencia Provincial, hayan recurrido el fallo y, además, en vez de un recurso general hayan presentado cuatro, de manera que el TSJC opta por contestarlos todos a la vez.
Precariedad de la embarcación
El fallo considera que la sentencia inicial está correctamente fundamentada y se basa en las pruebas precisas para concluir en las condenas, entre ellas declaraciones de varios de los viajeros que identificaron a los cuatro procesados como patrones.
Con este fin la policía llevó a cabo entrevistas en privado para mantener su anonimato dado que aún estaban vigentes las medidas por la covid.
Dada la precariedad de la embarcación, que tuvo que ser remolcada a las costas de La Gomera, de los veinte ocupantes iniciales uno falleció poco antes de llegar a tierra firme a causa de un edema agudo de pulmón por asfixia, al ahogarse dentro del barco, y entre los restantes hubo diversos heridos.
Las principales consecuencias para la salud fueron deshidrataciones, hipotermia severa, fallo renal, hepatopatía y uno de ellos, dada su gravedad, fue trasladado en helicóptero al Hospital Universitario de Canarias (HUC), en Tenerife.