La Audiencia Provincial de Las Palmas ha dictado sentencia condenatoria contra Antonio P.G., acusado de asesinato con alevosía y ensañamiento, tras el brutal ataque contra su empleador, el abogado Juan Betancor, ocurrido en mayo de 2022. El tribunal ha considerado probado que, resentido por conflictos previos, decidió acabar con la vida de su empleador de manera cruel y deliberada.
Según la sentencia, el 29 de mayo de 2022, Antonio P.G. roció con gasolina y gasoil a Agustín, prendiéndole fuego en un pasillo de la finca donde trabajaba como cuidador. La víctima, envuelta en llamas, intentó desesperadamente apagar el fuego sumergiéndose en un aljibe cercano. Sin embargo, el asesino cerró la tapa del aljibe y colocó varios objetos pesados encima, impidiendo que Juan Betancor pudiera escapar.
Ensañamiento
A pesar de los esfuerzos de los vecinos y las autoridades, la víctma fue encontrada con vida pero gravemente herido, con quemaduras en el 86% de su cuerpo. Fue trasladado de urgencia al Hospital Dr. Negrín y luego al Hospital La Paz de Madrid, donde finalmente falleció al día siguiente debido a las graves quemaduras que provocaron un fallo multiorgánico.
El tribunal destacó el ensañamiento con el que Antonio P.G. cometió el asesinato, ya que no solo causó un sufrimiento innecesario a la víctima al rociarlo con combustible y prenderle fuego, sino que además lo encerró en el aljibe, agravando aún más su agonía. La alevosía también fue un factor clave, pues aprovechó un momento en el que Betancor estaba indefenso y no tenía posibilidad de huir.
Cinco delitos más
Además de la condena de 24 años de prisión por el delito de asesinato, el súbdito caboverdiano ha sido sentenciado a otros cinco años de cárcel por detención ilegal y un año y seis meses por amenazas. La sentencia también establece la prohibición de aproximarse a menos de 500 metros de Aurelia, la esposa de la víctima, por un periodo de 40 años. Antonio P.G. deberá indemnizar a Aurelia con 100.000 euros por el daño moral causado.
El caso ha sido especialmente impactante por la brutalidad de los hechos y el motivo económico detrás del crimen. Según se desprende de la sentencia, Antonio P.G. acumulaba resentimiento hacia Juan Betancor por no haber regularizado su situación laboral ni haberle pagado lo que consideraba justo por sus servicios. Este odio fue el motor que llevó al acusado a planear el asesinato de forma premeditada y cruel.
Confesión
Durante el juicio, el asesino confesó los hechos, aunque intentó justificar sus acciones alegando que había consumido drogas y alcohol el día del asesinato. Sin embargo, el tribunal desestimó esta justificación y concluyó que el acusado actuó con plena conciencia de sus actos.
El juicio, que comenzó el 5 de julio de 2024, finalizó el 11 de julio con el veredicto de culpabilidad del jurado, que no solo consideró a Antonio P.G. responsable del asesinato, sino que también rechazó la concesión de cualquier beneficio, como la suspensión de la pena o el indulto.