¿Cómo se llamaban las islas de Canarias antes de la conquista de los castellanos?

Las islas tenía una identidad única, y sus nombres prehispánicos, en muchos casos, diferían considerablemente de los que conocemos hoy en día

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Imagen de un globo terráqueo con islas / PEXELS
Imagen de un globo terráqueo con islas / PEXELS

Antes de la llegada de los conquistadores castellanos, las islas Canarias ya tenían nombres propios dados por sus habitantes aborígenes. Estos nombres, reflejados en diversas crónicas históricas como Le Canarien, nos revelan la rica cultura y las tradiciones de los pueblos que habitaban el archipiélago.

Cada isla tenía una identidad única, y sus nombres prehispánicos, en muchos casos, diferían considerablemente de los que conocemos hoy en día. En este artículo, exploraremos cómo se llamaban las islas antes de la conquista y qué significados se esconden tras esos nombres.

Gran Canaria: Tamarán

El nombre de Gran Canaria conserva una parte de su denominación original, pero ha pasado por algunas transformaciones a lo largo de los siglos. En tiempos antiguos, la isla era conocida como Tamarán, un nombre utilizado por sus habitantes aborígenes. Según el historiador romano Plinio el Viejo, la isla fue bautizada como Canaria debido a la presencia de grandes perros (canes) en el lugar. Este nombre quedó asociado a la isla durante mucho tiempo.

Tras el intento fallido de conquista franco-normanda, se añadió el adjetivo “Grande” para destacar su importancia estratégica y tamaño, y fue en la crónica Le Canarien donde se utilizó por primera vez el nombre Gran Canaria.

Fuerteventura: Maxorata

Fuerteventura, la segunda isla más grande de Canarias, era conocida como Maxorata por sus habitantes aborígenes, los majos o mahos. Este nombre es el origen del gentilicio actual, majoreros, que aún se utiliza para referirse a los habitantes de la isla. Otro nombre antiguo de la isla es Erbania, que hacía referencia a una región particular de Fuerteventura.

El nombre actual, Fuerteventura, se debe a navegantes que la bautizaron como “Gran Afortunada” o “Forte Ventura” por las fuertes corrientes de viento que soplan en la isla y su destino como uno de los lugares más afortunados del Atlántico.

Lanzarote: Tite-Roy-Gatra

La isla de Lanzarote, famosa por su paisaje volcánico rojizo, era llamada por los majos como Tite-Roy-Gatra, que significa “las coloradas lomas”, en referencia a su distintivo colorido natural. Este nombre aborigen destaca las características del paisaje que aún hoy en día siguen siendo uno de los principales atractivos de la isla.

El nombre actual de la isla, Lanzarote, deriva del marino genovés Lancelotto Malocello, quien exploró la isla en el siglo XIV. A partir de este momento, la isla comenzó a ser conocida por el nombre de este explorador.

Tenerife: Achinech, Chinet o Chinec

La isla de Tenerife, la más grande de Canarias, era conocida por sus habitantes guanches como Achinech, aunque también se registran variantes como Chinet o Chinec. Estos nombres hacían referencia directa a la isla antes de la colonización europea.

El nombre actual de la isla, Tenerife, proviene de una palabra utilizada por los habitantes de La Palma que significa “monte nevado”, en alusión al imponente volcán Teide, que, con sus picos nevados, domina el paisaje de la isla. Además, en documentos históricos también aparece el nombre de Nivaria, que igualmente se refiere a la nieve en la cima del Teide, y “Isla del Infierno”, posiblemente por la actividad volcánica. Sin embargo, el nombre guanche original, Achinech, nos conecta con la herencia aborigen de la isla.

La Palma: Benahoare

La Palma, hoy conocida por sus paisajes verdes y sus cielos despejados, era llamada en la época prehispánica Benahoare por los aborígenes que habitaban la isla. Este nombre refleja la identidad de los benahoaritas, quienes vivieron en la isla hasta la llegada de los conquistadores castellanos.

El nombre actual de La Palma fue impuesto por los europeos, haciendo referencia a las palmeras que abundan en la isla.

La Gomera: Ghomara

La Gomera es una de las islas cuyo nombre ha cambiado poco desde la época aborigen. Los habitantes originales de la isla, que posiblemente tenían orígenes bereberes, la llamaban Ghomara, un término que se ha mantenido casi intacto. La raíz de este nombre podría estar relacionada con la palabra bereber gmara, que hace referencia a los grupos étnicos o clanes de la región norteafricana. A medida que los conquistadores castellanos llegaron a la isla, este nombre fue castellanizado como La Gomera, el nombre que conserva hasta hoy.

El Hierro: Esero

La pequeña isla de El Hierro era conocida por los aborígenes como Esero. Este nombre, que ha caído en desuso, alude a la identidad de sus antiguos habitantes y su conexión con la tierra. Los bimbaches, que poblaban la isla, tenían un sistema social y cultural diferente al de otras islas canarias, lo que hace que El Hierro conserve un halo de misterio en cuanto a su historia prehispánica.

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