En los últimos años se ha detectado la entrada en Canarias de diferentes especies de mosquitos invasores. A través de la vigilancia se ha podido evitar su establecimiento en el archipiélago donde toma mucha importancia la colaboración ciudadana. Gracias a esta se ha conseguido, por ejemplo, descubrir su presencia en Fuerteventura en 2017, en Tenerife en 2022 y, recientemente, en 2023.
“Si no se detecta a tiempo su entrada y llega a establecerse en las islas, deberemos convivir con un vecino no solo molesto, sino también muy peligroso para nuestra salud; y eso sin olvidar, además, el coste elevado que implicará el control de sus poblaciones y el impacto que podrían ocasionar, tratándose de especies invasoras, en nuestros delicados ecosistemas insulares”, expone la Asociación para la Biodiversidad Canaria en un documento de control.
Cómo identificarlos
Los mosquitos invasores son especies de insectos “muy molestos y potencialmente peligrosos debido a las graves enfermedades tropicales que pueden llegar a transmitir”. Las especies más importantes son la Aedes albopictus —mosquito tigre— y Aedes aegypti —mosquito de la fiebre amarilla—. El ser humano es el responsable de su expansión a través del comercio mundial y a causa, también, del cambio climático. “En el caso de España, desde que se detecta por primera vez en Cataluña en el año 2004, ha llegado a establecerse en gran parte del territorio”, continúa explicando la asociación. “Hasta el momento no se encuentra establecido en Canarias, pero el riesgo es muy alto”.
¿Cómo se puede detectar su presencia? “A través de los propios mosquitos y/o sus picaduras”, responde. “Estos mosquitos son negros y pequeños con respecto a los mosquitos habituales para nosotros”. Además, sus picaduras son muy dolorosas en comparación con las picaduras que producen los mosquitos habituales —si se sospecha de su presencia, el Servicio Canario de la Salud (SCS) ha puesto a manos de la ciudadanía el mail vigilancia.scs@gobiernodecanarias.org—.
Evitar su propagación
Justamente, el SCS también ha escrito una serie de recomendaciones para evitar la propagación de esta especie en el archipiélago. “La primera medida está encaminada a controlar y eliminar cualquier acúmulo de agua ya que puede convertirse, aunque sea muy pequeño como el tapón de una botella, en un punto de cría”, apunta.
Para ello, se recomienda colocar arena en los platos de las macetas para evitar que las hembras depositen sus huevos y, si no se pudiera hacer esto, “los platos deben vaciarse y limpiarse una vez a la semana para evitar que los huevos evolucionen a adultos”. Asimismo, también es recomendable evitar el cultivo de plantas directamente en agua —potos, bambú, planta del dinero…—.
Exteriores
“En las zonas exteriores —jardines, patios, azoteas, terrazas, balcones, etc.—, colocar boca abajo las macetas vacías, botellas, baldes, regaderas y cualquier otro recipiente en los que pueda acumularse agua de riego o de lluvia”. Y, por otro lado, evitar los encharcamientos en jardines, azoteas, balcones o terrazas, después del riego o de la lluvia.
Además, “limpiar diariamente y cambiar el agua de bebederos de animales”, también es un punto clave para evitar la propagación de los mosquitos invasores. “Los depósitos de agua deben mantenerse bien tapados para evitar su entrada, lo mismo que cualquier receptáculo que se utilice para la recogida de agua de lluvia”. Las piscinas deben mantenerse bien cloradas y con recirculación diaria. En el caso de estar vacías con poca agua constituyen un riesgo importante para la proliferación de mosquitos.
“Limpiar la bandeja de la parte externa de la nevera y los dispositivos del aire acondicionado donde puede acumularse agua, incluidos los receptáculos de equipos portátiles. Además de mantener limpios los desagües de las zonas externas y comprobar que el agua no queda estancada en partes del mismo”, concluye.