El coste del comedor escolar en Canarias puede ser de 52, 75 o 100 euros dependiendo de la gestión de comidas que tenga el centro. Estas son las cuotas que pueden llegar a pagar los padres canarios que no entren en ninguno de los cuatro rangos de subvención (A, B, C o D) que el gobierno regional prevé para ayudar a las familias con menos recursos.
Grimanesa González, de presidenta de la Confederación de Asociaciones de Padres de Alumnos (Confapa) de Canarias, explicó estas cifras este martes en el Parlamento. Según narra González, una de las reivindicaciones de los padres y madres es la de lograr una única cuota por el comedor.
Depende de dónde se cocine
La variación de los precios depende, sencillamente, de dónde y quién cocine la comida. La cuota más baja, en torno a los 52 euros, corresponde con los colegios con cocina gestionados directamente por personal de la Consejería de Educación. Los 75 euros se cobran cuando el centro tiene que pedir la comida a una empresa de cátering para que la traiga al colegio.
Este curso, según explica Grimanesa González a Atlántico Hoy, Canarias ha implementado un nuevo modelo de gestión: la contratación externa de una empresa para que cocine en el centro. Con esta opción se da respuesta a una reivindicación importante de los padres y las madres: que sus hijos coman comida preparada en el centro. Pero "a costa del bolsillo de las familias", explica González, pues este modelo cuesta 100 euros por comensal.
Agravio comparativo entre centros
La adecuación de instalaciones para poder cocinar en los centros es el principal escollo para poder optar a un modelo u otro, que se decide dependiendo de este factor en los consejos escolares. Esto origina un "agravio comparativo" entre colegios, pues se dan situaciones en algunos municipios en los que dos centros con poca distancia entre sí tienen modelos de gestión muy diferentes. En consecuencia, los vecinos de esos barrios con hijos escolarizados en uno u otro centro tienen que pagar una diferencia de hasta 48 euros mensuales.
La presidenta de Confapa lo ejemplificaba este martes con el caso de dos colegios de Fuerteventura, el CEIP Morrojable II y el CEIP El Ciervo, en la localidad majorera de Morro Jable. Ambos centros se encuentran a 350 metros de distancia, tan sólo cinco minutos a pie, pero el primero, que es más antiguo y cuenta con servicio de comedor de la Consejería, tiene las mensualidades a 52 euros. Después de años reivindicando cocinar en las instalaciones, los padres y madres del CEIP El Ciervo consiguieron que, este curso, por fin sus hijos comieran un menú preparado en el mismo colegio, pero pagando los 100 euros del nuevo plan.
Más casos en Fuerteventura
González asistía este martes al Parlamento para hablar en específico de la situación en los centros majoreros, ya que también es presidenta de la Federación Insular Majorera de Padres y Madres de Alumnos (Fimapa). Añadió más casos que a Fimapan le parecen preocupantes en la isla, como el hecho de que se retrasase el inicio de curso en el CEIP Villaverde de La Oliva por las obras de construcción de la cocina, que por lo tanto es nueva y está equipada y, sin embargo, nunca se haya llegado a cocinar allí.
Pero más preocupante le parece a González que "el único centro de necesidades especiales de Fuerteventura no tiene ningún tipo de gestión de comedor". "Esos niños con necesidades especiales no se van comidos a casa", alertó la presidenta de Confapa y Fimapa a los diputados sentados en la comisión parlamentaria.
El debate acerca de los precios en los comedores y otras reivindicaciones expuestas por los padres y madres provocó este martes un rifirrafe entre el Grupo de Gobierno y la oposición que la propia Grimanesa González tuvo que zanjar: "No se trata de tirarnos los trastos a la cabeza, sino de llegar a una solución".