Cinco alumnos del colegio La Salle La Laguna están representando a España en un proyecto europeo medioambiental, en el, que participan otros cinco países del continente y se encuentran todos reunidos y disfrutando de la experiencia enriquecedora en Hungría hasta el próximo domingo.
Proyecto de Erasmus+, financiado por la Unión Europea, tiene el objetivo de promover el cuidado del medio ambiente en los más jóvenes mientras se potencia las relaciones sociales y la mejora lingüística de los alumnos.
Embajadores de Tenerife, Canarias y España
Cada uno de los países representados; España, Turquía, Polonia, Portugal, Italia y Hungría, además de los cinco alumnos, contarán con la presencia de dos profesores. En representación de La Salle, colegio que hace las veces también de embajador de Tenerife y Canarias, uno de ellos, y coordinador del grupo y del proyecto, es Fernando Palarea, con quien Atlántico Hoy ha hablado para conocer mejor esta iniciativa medioambiental.
“Realizamos actividades que tienen que ver con el medio ambiente. Por ejemplo, vamos a un río para analizar su agua en un laboratorio, hacemos reciclaje inteligente, reducción de basura, cero residuos… Y todo a través de diferentes talleres y actividades de ese estilo”, expone.
Frontera con Ucrania
Sabiendo de la actualidad internacional que protagoniza la guerra de Ucrania, Palarea explica con tranquilidad que, sabiendo que están en un país fronterizo con Ucrania se encuentran lejos de la frontera. “Es verdad que los padres tienen cierta preocupación, pero entienden, así como los socios de los otros países, que no vamos a faltar nadie al proyecto”.
Un proyecto que aunque se esté ejecutando en estos momentos, estaba preparado antes de la aparición de la COVID-19. “A pesar de todo esto y de la COVID, hay que llevar a cabo estos proyectos, porque la vida sigue”, contextualiza.
Eco Club
Resalta Palarea que, entre todos, han creado un Eco Club, una especie, como su nombre indica de club ecológico, donde realizan diferentes acciones tanto en el colegio como en el resto de Tenerife, que tiene que ver con la ecología y el medio ambiente. Actividades que hacen cada uno de los colegios en sus países.
“Por ejemplo, los chicos dan una segunda vida a los residuos. Con una botella te hacen un estuche. Un chico hizo un futbolín con unos cartones. Es flipante”, expresa el coordinador de la Salle La Laguna.
Retos y actividades
Además, indica que también hacen promueven retos del día a día. “Un día es traer el sandwich en un tupper para el hábito y no traer kilos y kilos y papel albal. O una botella de agua, acostumbrándose a tener una botella de cristal y usar plástico. Plantamos también unos cuantos árboles en el colegio…”, enumera.
Otra de las actividades programadas es la creación de los Organic Games, “que es como los juegos olímpicos, pero con cosas que tienen que ver con productos orgánicos”. También se incluyen visitas culturales, como a un pueblo chico “como el que había en Tenerife”, o se puede hacer un crucero por el Danubio… “Se aprovecha la experiencia medioambiental para también compartir la cultura. Hay que hacer exposiciones, y tendrán que hablar sobre Tenerife, exponer lo del volcán de La Palma, Canarias... Lo importante es sembrar un poquito en cada lado”, destaca Palarea.
Inmersióln lingüística
Con un enfoque protagonista de ayuda a la mejora el medio ambiente, uno de los principales valores añadidos es el del lenguaje, pues pasan a convivir niños de seis nacionalidades distintas. “Somos 30 alumnos, más profesores, por lo que el lenguaje supone también una inmersión lingüística y cultural hablando en inglés. La finalidad es una, pero la riqueza la hay por todos lados. Los chicos se lo pasan bien aprendiendo con el medioambiente y a la vez tienen que hablar en inglés”, comenta Fernando Palarea.
En este sentido, afirma que los alumnos “van a tener socialización brutal e inmersión lingüística. Hasta yo mismo hablando con los demás profesores de los otros colegios.
Estímulos
Añade, además, la predisposición de chicos de cara a ser elegidos y cómo buscan tal objetivo. “Los chicos se meten en clases particulares de inglés para ser seleccionados, o cambian su comportamiento para ser elegidos. Es un estímulo, porque no van, porque sí, los que mejor notas sacan en inglés. Pueden tener otras aptitudes, habilidades o niveles de esfuerzo por los que se merece ir”, apunta el representante de la Salle.
En esta línea, explica que el sistema de elección permite rotar a los alumnos para ir viajando a todos los países integrantes del proyecto, pues el de Hungría no es más que la primera movilidad de este Erasmus+.
Actividad extraescolar
Por último, apunta que “es un proyecto que es del colegio, pero en horario extraescolar”. Por la implicación de los alumnos, “al final hay 25 que van a viajar a uno de esos otros colegios,” porque son cinco por movilidad más dos profesores. De primero segundo y tercero de la ESO.
Respecto a los gastos, Palarea confirmó que los alumnos no pagan nadas y no pueden repetir en distintas movilidades. “Ellos se implican al máximo porque una experiencia de estas cuesta unos 1.500 euros por cada alumno. Lo paga la Comisión Europea.