La institución educativa Luther King, desde sus inicios en el año 1971, ha mantenido un espíritu inquieto en constante exploración de nuevos horizontes, permaneciendo en el tiempo como una de sus señas de identidad. Durante sus más de 50 años de labor educativa ha sabido captar las necesidades de una sociedad en continua evolución sin renunciar a su ideario, a la educación en valores y a inculcar la disciplina como el camino que nos conduce a nuestros objetivos y propósitos.
Atender las necesidades de cada alumno, a la vez que se tiene una visión vanguardista del estilo educativo, es una labor que requiere un equipo multidisciplinar, formación continua y una cultura de la medición y de la autoevaluación.
El alumno, en el centro del proceso
En el año 2015 realizaron una profunda reflexión acerca de su Proyecto Educativo, que desembocó en la necesidad de situar al alumno en el centro del proceso enseñanza-aprendizaje, siendo imprescindible dotarle de las herramientas necesarias para que pudieran ampliar sus posibilidades de aprender en cualquier momento y en cualquier lugar.
En el 2016 los colegios Luther King comenzaron un proceso de transformación digital para que su alumnado dispusiera no sólo de los recursos, sino también de las habilidades tecnológicas esenciales para desenvolverse en un mundo donde la actualización en este campo viaja a la velocidad de la luz; fomentándose el aprender a ser y el aprender a hacer, aflorando la curiosidad, la creatividad y los talentos que residen en cada niño. Se atravesó una etapa de formación de equipos directivos y educativos, de puesta en común de nuevas ideas y de redefinición del rol del docente como diseñador de experiencias de aprendizaje.
Tecnología
La integración de la tecnología significaba mucho más que dotar al alumnado y profesorado de su propio dispositivo digital individual de uso educativo, que se implementó desde 1º de Primaria hasta 2º de Bachillerato, implicó un cambio realmente transformador en el ecosistema que les rodeaba, teniendo a la seguridad como base fundamental ante cualquier avance, sin que se vieran desplazadas las destrezas y habilidades manuales naturalmente aprendidas en la infancia.
Los recursos digitales se pusieron al servicio de las nuevas metodologías y del Proyecto Educativo, generándose procesos colaborativos y que potenciaban el pensamiento crítico, la creatividad, la conexión con el mundo real, la comunicación, el aprendizaje de idiomas y las habilidades sociales. Un alumno que se desarrolle bajo estas premisas será seguramente un profesional que genere proyectos adecuados en cualquier ámbito que interactúe.
Mejora de competencias
Con el tiempo, esta visión se puso a prueba, comprobándose que el uso que se le había dado a la tecnología, había permitido elevar la competencia comunicativa, matemática y digital al máximo nivel, siendo evaluada como excelente según las comparativas internas de los últimos cinco años. No sólo las familias han valorado positivamente estos cambios sino también su alumnado, ya que el 85% ha señalado que el uso de la tecnología mejora su motivación y el 78% que le permite aprender a su propio ritmo.
La visión que había tenido la Institución en 2015, se consolidó cuando irrumpió la pandemia en 2020 y sometió al sector educativo al mayor desafío de su historia, comprobándose que gracias al consolidado proyecto tecnológico sobradamente implantado, el alumnado pudo atender a sus clases de manera síncrona, lo que permitió que completaran con éxito las programaciones, a pesar del confinamiento. El contacto directo con el profesorado y sus compañeros ayudó a sobrellevar emocionalmente la incertidumbre de aquellos meses, encontrando en aquel vínculo un reducto de normalidad.
Motivación
El deseo de mejorar cada día siguió motivando al equipo multidisciplinar de la Institución Luther King, que fue distinguido como Apple Distinguished School (ADS) para el período 2021-2024, reconocimiento internacional por la innovación, el liderazgo y la excelencia educativa del centro. Los centros ADS tienen una cultura de la innovación continua y comparten la tecnología como vehículo para conseguir sus objetivos de aprendizaje, conectando a su alumnado con el mundo, nutriendo su creatividad innata, trabajando en entornos de colaboración y personalizando las experiencias de aprendizaje.
Esta distinción permite a la Institución Luther King pertenecer a una red mundial de líderes que comparten su visión de la educación, donde se integran nuevos servicios, currículos y experiencias. Además, como centro ADS, recibe visitas de otros centros educativos para exponer, inspirar y dialogar sobre cómo, con el uso adecuado de la tecnología, tanto docentes como alumnado pueden crear y vivenciar intensas experiencias de enseñanza y aprendizaje.
Propiciar desde pequeños un entorno de aprendizaje motivador, colaborativo, lleno de desafío y retos por descubrir forma a individuos proactivos y comprometidos con aquello que hacen y con su entorno, lo que le favorece que dejen su impronta y contribuyan en la mejora de la sociedad del mañana.