El cine es un lugar mágico que ha dejado una huella indeleble en nuestras vidas. En Las Palmas de Gran Canaria, uno de los cines más emblemáticos ha sido testigo de innumerables historias. A veces esas historias comenzaban con un simple "¿qué peli te apetece ver?", que resultaba ser una excusa perfecta para tener una cita con esa persona que nos hacía tanto "tilín". Otras veces formaba parte del propio ocio de las juventudes canarias, "este finde se estrena Malditos Bastardos, hay que ir a verla sí o sí".
¿Te imaginas llevarte un pedazo de esa historia a casa? Este cine no solo era un lugar para ver películas; fue un espacio donde se crearon recuerdos. Las palomitas, el olor a cine y la anticipación antes de que se apaguen las luces forman parte de la experiencia, algo que podríamos revivir en la calidez de nuestros propios hogares sentados en las mismas butacas que vivieron momentos únicos dentro de uno de los cines más míticos de la ciudad.
El icono cultural de Las Palmas de Gran Canaria
Los Cines Monopol apagaron sus proyectores y pantallas hace cuatro años —en octubre de 2020— justo después de la pandemia. Hoy por hoy solo queda el recuerdo de quienes pudieron adentrarse en las salas y disfrutar de algunas películas de estreno como La gran belleza de Paolo Sorrentino, Las invasiones bárbaras, 2046, o incluso Up.
Ahora el Multicines Monopol ha decidido vender sus butacas, tal y como ha anunciado a través de sus redes sociales. La venta de estas butacas no es solo una cuestión comercial, tampoco es lo único que está a la venta. Los usuarios pueden comprar cintas de 35 mm e incluso expositores de carteles. Es una manera de que los aficionados al cine puedan llevarse a casa un pedazo de historia. Cada butaca representa momentos únicos y vivencias compartidas. ¿Quién no querría tener una parte de ese legado? Desde la primera vez que un niño vio una película hasta las noches de cine con amigos, cada asiento tiene su propia narrativa, y así será para siempre.