Cinco palabras curiosas que se usan en Cuba y en Canarias

Desde que Colón hizo su primer viaje hasta el siglo XV, América se convirtió en el destino principal de los emigrantes canarios, sobre todo Cuba

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Imagen de archivo en una calle de La Habana. / UNSPLASH
Imagen de archivo en una calle de La Habana. / UNSPLASH

La relación entre Cuba y Canarias es innegable. Desde el siglo XVI el idioma de las islas canarias ya apuntaba maneras. No se parecía al que se hablaba en Castilla —la influencia de Andalucía hizo que el acento canario fuera más característico—, ya seseaban y no hacían distinciones en la pronunciación de la c, la z y la s

Desde que Colón hizo su primer viaje hasta el siglo XV, América se conviritió en el destino principal de los emigrantes canarios, sobre todo Cuba. Desde 1818 hasta 1838 habían emigrado más de 18.000 canarios quienes influyeron en la cultura del país como por ejemplo ayudando a la proliferación del bohío y traje típico del campesino criollo. Además, ambas zonas comparten todavía muchas palabras que no serían entendedidas en otros contextos y lugares.

Cinco palabras

La primera y más significativa sin lugar a dudas es guagua, —lo que para el resto de España es un autobús—. El término tiene su origen en Cuba y se remonta a la época en la que Estados Unidos controlaba la isla. En ese entonces empezaron a implantar coches y los wagoon para el transporte público, pronunciado como guagon, palabra que fue evolucionando hasta lo que se conoce hoy en día como guagua. 

"Estoy provocado". La expresión se entiende a la perfección en ambos territorios, pero no en toda España. Significa tener ganas de vomitar, sentir asco o náuseas. Su uso también está generalizado en el sur de Quintana Roo y en toda la península de Yucatán y en el norte de Belice. 

La tercera palabra que comparten cubanos y canarios en período donde abundan las lluvias es enchumbar como sinónimo de mojarse en exceso. Es común oírla en Cuba, República Dominicana, Puerto Rico y Uruguay. Según los estudiosos es una palabra que proviene del portugués. 

Tampoco se dice en ninguno de los dos lugares cacahuete, o al menos no es lo común. Se dice maní o manises en plural, en honor a la planta que los produce. 

Por último, una cerilla se dice fósforo, que etimológicamente viene del griego y significa "portador de luz" o "lucero". 

Estas son solo cinco palabras de las cientos que comparten ambos pueblos por el cruce migratorio que se vivió y que trasladó a tantos isleños que buscaban un futuro mejor, como los que aún viven en el pueblo desconocido repleto de canarios

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