Los cinco bulos más repetidos sobre los migrantes que llegan a Canarias

Los bulos sobre los migrantes que llegan a Canarias no solo distorsionan la realidad, sino que también alimentan el racismo, la xenofobia y el miedo en la sociedad

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En la imagen, migrantes llegando al puerto de Arguineguín. / ÁNGEL MEDINA G.-EFE
En la imagen, migrantes llegando al puerto de Arguineguín. / ÁNGEL MEDINA G.-EFE

La llegada de migrantes a Canarias ha sido un tema recurrente en la agenda mediática y social durante los últimos años, especialmente debido al incremento de personas que utilizan esta ruta para llegar a Europa. Sin embargo, el discurso sobre la migración en las Islas ha estado plagado de desinformación y mitos que no solo distorsionan la realidad, sino que también alimentan prejuicios y estigmatizan a los migrantes. En este artículo, abordaremos cinco de los bulos más repetidos sobre los migrantes que llegan al Archipiélago.

"Los migrantes reciben más ayudas que los españoles"

Uno de los bulos más persistentes en el discurso sobre la migración en Canarias es la creencia de que los migrantes reciben más ayudas que los ciudadanos locales. Esta afirmación es completamente falsa y se basa en una interpretación errónea de la asistencia que se brinda a las personas en situación de vulnerabilidad.

Realidad: La ayuda humanitaria es limitada y temporal

Los migrantes que llegan a Canarias reciben asistencia humanitaria básica, que incluye alojamiento temporal, alimentación y atención sanitaria primaria, generalmente gestionada por organizaciones como la Cruz Roja, ACNUR y otras ONGs. Estas ayudas están destinadas a cubrir las necesidades básicas de los migrantes durante su estancia en los centros de acogida, mientras se resuelven sus solicitudes de asilo o se determina su situación legal.

En contraste, las ayudas sociales destinadas a los ciudadanos españoles y residentes legales en Canarias, como el Ingreso Mínimo Vital o las prestaciones por desempleo, son de carácter más amplio y permanente, sujetas a los requisitos establecidos por el Gobierno. Estas ayudas están orientadas a garantizar la subsistencia de las personas en situación de pobreza o exclusión social a largo plazo, algo que no se aplica a los migrantes en tránsito.

Además, los fondos destinados a la ayuda humanitaria para migrantes provienen en gran medida de organismos internacionales y de la Unión Europea, y no están destinados a sustituir las ayudas sociales que reciben los ciudadanos españoles.

"La mayoría de los migrantes que llegan a Canarias son delincuentes"

Este bulo ha sido particularmente dañino, ya que asocia a los migrantes con la criminalidad de manera injustificada y sin base en hechos. La percepción de que los migrantes son delincuentes no solo es falsa, sino que también contribuye a la criminalización de un grupo vulnerable que, en su mayoría, huye de situaciones de violencia, pobreza o persecución.

Realidad: Los datos desmienten la relación entre migración y delincuencia

No existe una correlación significativa entre el aumento de la inmigración y el incremento de la delincuencia. Según datos del Ministerio del Interior de España, los índices de criminalidad en Canarias no han experimentado un aumento significativo que pueda atribuirse a la llegada de migrantes.

Además, la gran mayoría de los migrantes que llegan a Canarias lo hacen en busca de protección internacional o mejores oportunidades de vida, y no tienen antecedentes delictivos. Es importante destacar que, al ser un grupo en situación de vulnerabilidad, los migrantes son más propensos a ser víctimas de delitos que a cometerlos.

Las autoridades locales y ONGs han enfatizado repetidamente que la mayoría de los delitos en las islas no son cometidos por migrantes, y que la criminalización de la migración responde más a prejuicios y narrativas racistas que a la realidad.

"Los migrantes están invadiendo Canarias y superan a la población local"

El término "invasión" es a menudo utilizado para describir la llegada de migrantes a Canarias, sugiriendo que el número de personas que llegan es tan elevado que amenaza con superar a la población local. Este bulo es alarmista y no refleja la realidad demográfica de las islas.

Realidad: Los migrantes representan una pequeña fracción de la población canaria

En 2023, Canarias contaba con una población aproximada de 2,2 millones de personas. Según datos de la Delegación del Gobierno en Canarias y de ACNUR, durante 2022 llegaron a las islas alrededor de 15.000 migrantes. Aunque este número puede parecer elevado, representa una fracción mínima del total de la población canaria, aproximadamente el 0,7%.

Es fundamental contextualizar estas cifras. Si bien es cierto que el número de llegadas ha aumentado en comparación con años anteriores, sigue estando lejos de representar una "invasión" que pueda desbordar a la población local. Además, muchos de estos migrantes no permanecen en las islas, sino que continúan su viaje hacia la península ibérica o a otros países europeos.

"Los migrantes traen enfermedades que ponen en peligro la salud pública"

Otro de los bulos recurrentes es la idea de que los migrantes traen consigo enfermedades que podrían poner en peligro la salud pública. Esta afirmación no solo es falsa, sino que también contribuye a estigmatizar a los migrantes como una amenaza para la salud.

Realidad: No hay evidencia de que los migrantes propaguen enfermedades graves

Las autoridades sanitarias, tanto a nivel regional como nacional, han dejado claro que no existe evidencia de que los migrantes representen un riesgo significativo para la salud pública en Canarias. De hecho, todos los migrantes que llegan a las islas son sometidos a revisiones médicas para detectar posibles enfermedades infecciosas. En caso de que se detecten, se toman las medidas sanitarias adecuadas, como el aislamiento y el tratamiento, para evitar cualquier riesgo de contagio.

Es importante recordar que las enfermedades infecciosas no distinguen entre nacionalidades o estatus migratorio, y que cualquier persona puede ser portadora de una enfermedad. Además, el acceso a la atención médica y las condiciones de vida adecuadas son fundamentales para prevenir la propagación de enfermedades, y los migrantes reciben estos servicios a su llegada a las islas.

"Los migrantes son un gasto insostenible para las arcas públicas"

Un bulo persistente es la idea de que los migrantes representan un coste elevado e insostenible para las finanzas públicas, sugiriendo que los recursos destinados a la atención de los migrantes podrían ser mejor utilizados en otros sectores.

Realidad: La inversión en migración es manejable y está en gran parte financiada por la UE

Es cierto que la atención a los migrantes requiere una inversión en términos de alojamiento, alimentación, atención médica y servicios legales. Sin embargo, la idea de que esto representa un gasto insostenible para las arcas públicas es engañosa. 

Primero, gran parte de los fondos destinados a la gestión de la migración en Canarias proviene de la Unión Europea y de agencias internacionales, que proporcionan apoyo financiero para hacer frente a la situación. Estos fondos están destinados específicamente para este propósito y no afectan directamente los presupuestos de otros servicios públicos esenciales.

Segundo, los migrantes también contribuyen a la economía local, tanto directa como indirectamente. El empleo de personal en centros de acogida, la contratación de servicios de salud y educación, y el consumo de bienes básicos son algunos ejemplos de cómo la migración puede generar actividad económica.

La importancia de combatir la desinformación

Los bulos sobre los migrantes que llegan a Canarias no solo distorsionan la realidad, sino que también alimentan el racismo, la xenofobia y el miedo en la sociedad. Es fundamental que, como sociedad, seamos capaces de identificar y desmentir estas falsas afirmaciones, basándonos en datos y hechos contrastados.

La llegada de migrantes a Canarias plantea desafíos, pero también ofrece oportunidades para construir una sociedad más inclusiva y solidaria. La desinformación no debe ser un obstáculo para el entendimiento mutuo y la convivencia pacífica. Al desmantelar estos mitos, podemos avanzar hacia una sociedad más informada, justa y cohesionada, sobre todo teniendo en cuenta que hace décadas eran los canarios los que tenían que partir hacia otros países para poder mantener a sus familias. Si no se olvida el pasado es más fácil entender el presente. 

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