Bailar —da igual el género, la intensidad y la técnica— tiene muchos beneficios. Hace que los huesos estén más fuertes, genera más energía, reduce el estrés, mejora el equilibrio y la coordinación y baja la probabilidad de tener demencia, entre otras cosas como la diversión que supone dejar la vergüenza a un lado y fluir al ritmo de las mejores canciones de cada generación.
La pista de baile en la que se convierte cualquier discoteca que se precie es el templo que guarda miles de historias. Algunas de ellas se reducen a una sola noche, otras nacen en ese corto periodo de tiempo que dura una canción y se alargan más de lo esperado. Las discotecas míticas han formado parte de tantos comienzos y finales que verlas desaparecer es un duelo similar al que se siente cuando se rompe cualquier relación de amor: ves desaparecer los locales históricos y recuerdas cuando bailabas como si no hubiera un mañana, sin saber que aquella de Borracho hasta el amanecer de Los Coquillos iba a ser la última canción que sonara en uno de estas cinco discotecas míticas.
Zorba's
La discoteca Zorba's, en la calle Luis Morote, consiguió ganarse el corazón de lo jóvenes en los años 80 y 90. Cada noche, con su decoración inspirada en la mitología griega, se llenaba de su público más fiel donde sonaban los hits del momento desde su inauguración en 1986 hasta su cierre. Las canciones de la Movida, con Bailando de Alaska por bandera, marcaron movimientos de cadera en el local.
Wilson
En el número 20 de la calle José Franchy Roca estaba la discoteca Wilson. Probablemente una de las más conocidas de la Isla a finales del pasado milenio y comienzo del actual. Cerró sus puertas de manera definitiva en 2015 pero se llevó consigo algunos de los mejores recuerdos de los 90 en adelante como la actuación de Mecano en el local o la aparición de Isabel Pantoja, Bertín Osborne, Maritrini, Masiel, Arévalo, Fernando Esteso y muchas estrellas —y algunos estrellados— del mundo del fútbol.
Cupé
Junto a la discoteca Utopía o Rómulo-McDonald formaba parte de lo que los jóvenes conocían como Triángulo de las Bermudas. Era una de las más potentes de la ciudad en plena movida de Las Palmas en la calle Nicolás Estévanez.
Pub La Calle
Abrió sus puertas en 1988 y aguantó hasta el 2000. Era un lugar de encuentro para los amantes de la música y estaba en la zona Puerto de Las Palmas de Gran Canaria. Por su escenario pasaron las mejores bandas nacionales del momento —aunque algunas todavía no tenian fama ya apuntaban maneras— desde Siniestro Total, Extremoduro, Los Suaves, Obús, Tahúres Zurdos, Dover, M-Clan o Los Rodríguez.
Área
"Todos mis viernes y sábados paraba en esa discoteca. Sus dueños siempre me acogieron muy bien" dicen algunos comentarios en publicaciones de las redes sociales que recuerdan la discoteca Área, "el sitio más alto de la movida que nos hace diferentes", rezaba la publicidad del momento.
Otras discotecas como La Marquesina, Galeón, Patho's o Ecu también formaron parte de los mejores años 80 y 90 de la capital grancanaria. Todas ellas han pasado al recuerdo de quienes frecuentaban la noche en la época de la movida y de los que vieron como la Operación Bloque —entre 1999 y 2003— chapó muchos locales de ocio, algo que supuso el desmantelamiento de una variada y divertida oferta nocturna que no ha vuelto a ser la misma desde entonces.