La Semana Santa llega a las islas de la mano del fin de las restricciones impuestas por la pandemia. Esto ha hecho que los canarios aprovechen los días festivos para realizar encuentros con familia o amigos tras dos años donde las restricciones de aforo han estado presentes en todo momento.
En este sentido, los canarios apuestan cada vez más porque dichas reuniones se celebren en espacios amplios como casas o fincas, aunque esta Semana Santa, las chuletadas destacan como plan favorito de los isleños para pasar los días festivos. A pesar de que tradicionalmente muchas familias del Archipiélago no consumen carne el jueves y viernes santo, parece que esta tradición o decisión se va dejando cada vez más atrás y el consumo de carne se incentiva.
No comer carne en Semana Santa, tradición en vías de obsolescencia
Las personas creyentes, bien por tradición o por creencia, siempre han mantenido el no comer alimentos derivados de la carne el jueves y viernes santo. Aunque se trata de un acto que muchas personas de forma individual o familias continúan manteniendo, lo cierto es que las nuevas generaciones son menos partidarias de seguir con la ‘’tradición’’, y se ha dejado como un habito de las personas mayores, en su mayoría.
En este sentido, las chuletadas se han convertido en el plan favorito para semana santa de los canarios. Alonso Fernández, secretario general de la Asociación de Supermercados de Canarias (Asuican, comenta a Atlántico Hoy que en la víspera de estas fechas se están disparando las ventas de todos los productos que tengan que ver con las reuniones y celebraciones que se realicen en las zonas de monte. Por ejemplo, aumenta la venta de hielo o el carbón, pero sobre todo de carne para hacer a la brasa como tacos de cerdo o bistec.
Por su parte la presidenta del Mercado Nuestra Señora de África de la capital tinerfeña, Estefanía Hernández, comenta a Atlántico Hoy que las ventas de carne en los establecimientos del mercado disminuyen un 10%, pero solo estos dos días. Dato que contrapone a lo mencionado por Alonso y crea un curioso debate donde en los tiempos que corren, la tradición no es tan aparentes como se piensa, y la gente opta cada vez más por no seguir ningún tipo de tradición o creencia.