Los puntos más altos de Canarias esconden un encanto singular: sus vistas. Desde los municipios que se sitúan en la cima de cada Isla se pueden observar verdaderos espectáculos naturales capaces de maravillar a todo aquel que se adentre en los secretos de las ocho maravillas del Atlántico.
Uno de los eventos más impresionantes de ver es la cascada de nubes que se forma en el punto más alto de La Palma, en El Paso, en el Centro de Visitantes del Parque Nacional de la Caldera de Taburiente.
La cascada de nubes de El Paso
Ver una cascada de nubes no es algo habitual, de hecho, es un evento muy aleatorio que no todo el mundo tiene el privilegio de vivir en primera persona —algo así como presenciar las auroras boreales de Islandia—.
Su naturaleza erradica en el mar de nubes que se forma entre los términos municipales de El Paso y Garafía, a 2.420 metros sobre el nivel del mar. Es un fenómeno que se crea directamente como consecuencia del choque entre los vientos alisios y las montañas que a su vez "se rebosan" y dejan caer las nubes en forma de cascada ladera abajo.
¿Cómo verla?
Para ver este fenómeno natural hay que dirigirse al Centro de Visitantes del Parque Nacional de la Caldera de Taburiente, que tiene información sobre los senderos del parque. Ahí, hay una terraza con vistas a todo el espacio desde el que se puede ver, si la meteorología acompaña, la cascada de nubes.
También hay exposiciones sobre los espacios protegidos, la vida animal de la zona y otros temas para aprender más de la singularidad del parque con material audiovisual que detalla en profundidad información sobre la Caldera de Taburiente.
La Caldera de Taburiente
El Parque Nacional de la Caldera de Taburiente está en el mismo centro de La Palma y es el punto de interés de los turistas por excelencia. Hay numerosos senderos que atraviesan cascadas, zonas más frondosas y que permiten conocer los secretos de Taburiente.
Es una hendidura de ocho kilómetros de diámetro y 1,5 kilometros de profunidad que traspasa incluso barrancos. Los amantes de las fotografías y los senderistas quedarán maravillados ante este esectáculo visual que sin duda es una experiencia vital de las que quedan para siempre en la mochila de los recuerdos.