Cuántas cosas puede una persona ver mientras va en un paseo en el coche. Quizás el lector pueda reconocer la foto de apertura de esta noticia, sobre todo si vivía en Gran Canaria en la época de los 50.
Una casa construída sobre una gigantesca roca con una fachada de madera teñida de azul. Para muchos niños de la época era fuente de inspiración. "¿Quién vivirá en esa cabaña?" pensaban mientras recorrían la carretera del norte y miraban por la ventanilla del coche. En las redes lo tienen claro, muchos opinan que esa casa pertenecía a un bombero que se tomó su tiempo para construírla y que además había tendido un puentre entre la roca y la costa, aunque cuando subía la marea se quedaba incomunicado.
En el límite
La casita se llama la cabaña de la Peña de La Gaviota, así es como la conoce la gente y así perdurará en la memoria a pesar de haberse esfumado. La causante podría haber sido la nueva carretera que se construyó en los 70, la GC-2, por lo que se tuvo que destruir la peña para poder hacer la carretera ganándole espacio al mar.
La cabaña es y será un misterio para los que algún día tuvieron la oportunidad de verla, pero también forma parte de cientos de historias que contaron los conductores en el interior de habitáculo a sus familias, recreándose en cuentos ficticios hasta tal punto que alguno de ellos probablemente ha podido acercarse a la realidad de la cabaña.