Más que un lugar para vivir. Así se presenta la nueva vivienda inteligente que ha puesto al Museo Elder de la Ciencia y la Tecnología, en Las Palmas de Gran Canaria, en el punto de mira de las grandes marcas tecnológicas como Microsoft o Google. La organización del espacio, el tiempo o de la actividad y siempre respondiendo a las necesidades de sus habitantes es el objetivo de esta “hipervivienda”.
50 metros cuadrados de mecánica, electrónica, software, robótica, hidráulica y, sorpresa, inteligencia artificial. Todo para facilitar la vida de las personas y cuidar el entorno fomentando la sostenibilidad y la eficiencia energética. En conclusión, ha nacido un nuevo concepto de vivienda y lo ha hecho en Canarias.
Asistente virtual
Hace tiempo que muchos dejaron atrás las agendas escritas y ahora todas las reuniones importantes y planes aparecen en el calendario del móvil. Pero en la casa del Museo Elder esto va mucho más allá. Tanto que incluso cuenta con una asistente virtual que puede, desde gestionar la agenda de trabajo hasta ofrecer un café si la frecuencia cardíaca al despertar es baja. ¿Estás leyendo y necesitas más luz o viendo una película y quieres oscuridad? La propia casa es capaz de adaptar tanto la temperatura como la luz a la actividad que se está realizando.
Tiene la capacidad, también, de hacer el carrito de la compra y preparar un menú diario saludable con los ingredientes que hay en la nevera y que estén próximos a caducar. La salud de sus habitantes es primordial y por ello monitoriza todo lo que ocurre en la casa hasta tal punto que es capaz de detectar una caída grave o medir el ritmo de la respiración y el tiempo de sueño. El baño es capaz de analizar la orina para detectar anomalías en la misma y la comida la puede elaborar un brazo robótico.
Seguridad
Pero eso no es todo. La vivienda cuenta con una pared de cristal que sirve como protección, ventanal y, además, está custodiada por dos mascotas robóticas y cámaras de videovigilancia. Esta casa inteligente, según han explicado sus responsables, es un proyecto que aúna tecnología, innovación, sostenibilidad y accesibilidad para facilitar al máximo posible la vida de sus habitantes, y que desde este martes ya puede ser visitado con dos pases diarios, tras una espectacular presentación en la que se presentaron sus características y el por qué de su valor e importancia como proyecto piloto.
Además, esta "hipervivienda" es como un cubo de Rubik, en el sentido que sus elementos se van ensamblando a la perfección en función de las necesidades de sus habitantes, algo que podrán experimentar los visitantes. Y es que más allá de querer convertirse en un atractivo, en esa faceta de divulgación que tiene el recinto capitalino, también busca convertirse en un laboratorio de investigaciones que pueda acercar esta realidad a gran parte de la sociedad.