En medio del Caserío de Taborno, perdido en los bosques de laurisilva de Anaga, cualquier visitante esperaría encontrar un guachinche como principal oferta gastronómica. De hecho el deslavazado local donde se ubica este restaurante francés podría recordar a los tradicionales locales tinerfeños. Pero solo con echar una ojeada al menú, el comensal se da cuenta de que 'Historias para no dormir' es un restaurante único en todo Tenerife.
Entre las exquisiteces a degustar en este restaurante se encuentran los platos de caza, preparados con tanto detalle que incluso contrasta con la austeridad del salón. Los más sorprendentes son el solomillo de canguro con mostaza antigua, el solomillo de ciervo a la mano del chef, el maigret de pato o el estofado de jabalí. Previamente se sirve la ensalada del chef en un menú que incluye postre casero, agua y pan por 22,50 euros.
Lo que diga el chef
Para los paladares menos arriesgados, el restaurante también ofrece solomillo Wellington de buey, paletilla de cordero o chuleta de cordero negro. Sea cual sea la elección del comensal, el chef cumple perfectamente con el tópico del cocinero francés que conoce su producto y sabe cómo prepararlo. Quienes ponen reparos a sus recetas suelen lamentarlo. Aquí el cliente no siempre tiene la razón.
Más que recomendable, reservar es obligatorio. En este restaurante todo está medido y programado por lo que quien acude sin haberse asegurado antes la mesa corre el riesgo de quedarse sin almuerzo, sobre todo teniendo en cuenta que por la zona del pueblo de Taborno no existe muchas más opciones gastronómicas.
Guárdate para el postre
Aunque las raciones primen la calidad por encima de la cantidad, siempre conviene tener en cuenta el postre, otra de las especialidades de la casa que además se incluye en el menú. A lo largo de los años, la repostería del 'francés de Taborno' ha ganado fama de tal manera que algunos clientes acuden más con ánimo de postre que de cualquier otro plato.
Cada jornada de trabajo el expositor de tartas se vacía por lo que normalmente los postres caseros están hechos el mismo día. Entre los más populares se encuentra la tarta de avellanas, de almendras o la de mango y maracuyá, si bien se ofrece una variedad más amplia para culminar la experiencia de las manera más dulce antes de emprender un pequeño paseo, asomados al Atlántico, entre bosques de laurisilva.