Carlota Chávez es una de las heroínas que combaten el covid-19 desde el Hospital Universitario Ntra. Sra. de Candelaria, Tenerife. AtlánticoHoy se ha interesado por conocer la historia humana de una de las enfermeras que luchan en el frente, para atender a los pacientes hospitalizados afectados por el coronavirus. Un virus agresivo al que nos enfrentamos toda la población en estos momentos.
La joven enfermera cuida de los pacientes en la planta denominada Primera Norte que está acotada y en la que, actualmente, solo hay unos 12 ingresados, pero permanecen estables. Por su parte, los sanitarios procuran entrar lo menos posible a las habitaciones para evitar mayores contagios. Mientras, en la planta Primera Sur hay otros 8 activos pero, "dentro de lo que cabe", se encuentran en buen estado. Sin embargo, tal y como explica Chávez, en la UVI la situación es más crítica y los pacientes necesitan más cuidados. También indica que la mayoría de los casos son personas de cincuenta años en adelante, a excepción de muy pocos jóvenes.
Enfermeros del HUC | AtlánticoHoy
La enfermera llegó a la sala de infectados con el reto de cubrir las bajas de otros sanitarios que se enfermaron por el virus. Ella no se ha contagiado y sigue trabajando con todo el equipamiento de protección que, entre otras cosas, cuenta con gorro, mascarilla y gafas. Las jornada laboral suele ser de 8 horas diarias aunque, en ocasiones el horario se extiende hasta las 14 horas. Ella confiesa al periódico digital de Canarias AtlánticoHoy que ha habido momentos de estar agotada, necesitar dormir, porque la situación es dura y el equipamiento les da mucho calor.
Aunque asegura que ahora "la infección está más controlada" y el ritmo es menos frenético, por lo que se puede descansar mejor.
Según expresa Chávez, en ocasiones toda esta crisis es muy frustrante al estar lejos de los amigos, de la familia, de la rutina en la naturaleza y hay mucha gente pasándolo mal, además el aislamiento que es difícil de llevar. Pero interpreta que lo mejor es mantener la calma. Nuestra entrevistada considera que la pandemia seguirá, pero el pico de infectados irá disminuyendo. "Ojalá demos con la vacuna pronto", comparte Carlota e invitamos a leer la siguiente entrevista.
¿Cómo has vivido la situación desde el hospital?
Como sanitaria y trabajando directamente en contacto con el virus, he vivido momentos de mucha tensión y agobio. Trabajar con el EPI ha supuesto realizar tu labor desde condiciones diferentes a lo habitual, pues pasas horas con el equipo puesto y da muchísimo calor, así como dolores en la cabeza. Y en la cara sufrimos la opresión del material porque empiezas a sudar y va aumentando la fatiga. Sumas a todo esto, el estar muy pendiente del riesgo que corres y ser consciente de que un error en las medidas de protección te puede costar a ti una posible infección.
¿Cuál ha sido la situación más difícil a la que te has enfrentado?
Yo creo que el fallecimiento de los pacientes en los que te implicas en su cuidado porque les coges cariño. Estos momentos son muy complicados. También recuerdo la despedida de una familia minutos antes de sedar al paciente, este instante me conmovió mucho.
¿Cómo están los ánimos en estos momentos?
El esfuerzo y el empeño que hemos puesto, día a día, en nuestro trabajo lo estamos viendo ahora recompensado con todas las altas que se dan a diario. Eso te reconforta, el saber que la situación se está estabilizando cada vez más. Sin duda, te dan ganas de seguir luchando para que todo esto acabe y poder volver a nuestras vidas de antes. En mi caso, voy a trabajar con más ganas y más animada. Cuando todo esto comenzó a diario ingresaba gente nueva y las estadísticas de contagiados seguían aumentando y te planteabas si algún día esto iba a finalizar.
¿Qué equipamiento de protección han estado usando?
El equipo de protección que hemos usado consta de calzas, bata, gorro, mascarilla, gafas o pantalla protectora y guantes. En el caso de las gafas y las pantallas se han estado esterilizando para poderlas reutilizar.
¿Crees que los materiales sanitarios suministrados han sido los suficientes?
En mi caso no me puedo quejar de la falta de material sanitario porque en la planta de contagiados no ha habido escasez en ningún momento de EPIs. Hemos trabajado con diferentes tipos de equipos, unos de mejor calidad otros de peor. Pero la verdad es que no nos ha faltado. También sé, de primera mano por compañeros, que en otros servicios del hospital, donde han podido estar en contacto con Covid-19, sí que han escaseado las protecciones, como, por ejemplo, en urgencias.
¿Qué valoración haces de la situación en estos momentos?
A día de hoy veo la situación muy estabilizada. Son muchos pacientes los que reciben el alta y, sin embargo, una ínfima parte es la que ingresa por complicaciones en su estado de salud a causa del virus. Aún así, a pesar de que cada día haya menos infectados, veo necesaria la prudencia de la sociedad, los ciudadanos deben ser responsables con el contacto. El virus es más contagioso de lo que se pensaba y tenemos que seguir ahí obedeciendo las órdenes que nos da nuestro Gobierno y, sobre todo, cumpliendo con las correctas medidas higiénicas. Si continuamos con todo este esfuerzo, que llevamos haciendo durante estos casi dos meses, se nos recompensará y podremos ganarle esta batalla al virus.
¿Cuál ha sido la experiencia más especial que has vivido estos días en la planta de infectados por covid-19?
Sin duda, la mejor experiencia que he vivido ha sido el agradecimiento de todos los pacientes por nuestra labor. Cuando entras en las habitaciones te dan mensajes de aliento como profesional por aguantar tiempo con el equipo, eso no tiene precio. Somos nosotros los que deberíamos animar a todos los infectados por la situación que están viviendo, están solos y sin recibir visitas de sus seres queridos. Solo ven a unas personas enmascaradas que no pueden identificar su rostro. También es muy emotivo el momento en el que son dados de alta y se van a su domicilio negativos. El paciente sale de su refugio, donde llevaba encerrado semanas, y le están esperando sanitarios aplaudiendo por su recuperación. Este instante hace que se te rayen los ojos y, al final, entre ellos y nosotros, se crea una atmósfera única e irrepetible.
Elaboración entrevista
La entrevista de Carlota Chávez fue realizada el jueves 23 de abril de 2020. Los datos de personas hospitalizadas en el HUNSC han variado en estos días.