El director del periódico digital CanariasAhora, Carlos Sosa, ha recibido el premio Llibertat d'Expressió 2024 por parte de la Unió de Periodistes Valencians, que también se lo concedió al Palestinian Journalists Syndicate. Los galardones se entregarán el 3 de mayo de 2024, Día Mundial de la Libertad de Prensa, en la Sala Matilde Salvador de la Nau.
El periodista ha recibido el galardón a nivel nacional tras ser denunciado por odio, acoso y revelación de secretos por el juez Alba, condenado por prevaricación, cohecho y falsedad documental a seis años y medio de prisión y 18 de inhabilitación por su conspiración contra la magistrada Victoria Rosell.
Ataque a la libertad de información
"Sosa hace diez años que sufre un calvario desde que empezó a investigar al juez Salvador Alba en su conspiración para eliminar a la magistrada Victoria Rosell. Hay que recordar que el juez consiguió quitarla del cargo y de la carrera durante todo el tiempo que duró el proceso. Finalmente, en esta causa se demostraron los hechos y el juez Alba resultó condenado, pero antes de entrar en la prisión, Alba presentó una querella criminal contra Carlos Sosa y contra la magistrada en ejercicio de nuevo Victoria Rosell", recuerda la asamblea de la Unió.
La jueza que lleva este asunto, María Ángeles Velázquez, ha iniciado el proceso, con la apertura oral, y ha impuesto a Sosa una fianza de 422.000 euros pedida por Alba. La Fiscalía, en cambio, pide el sobreseimiento del caso.
Este premio muestra el "rechazo absoluto” a la decisión del juzgado de instrucción y una advertencia del riesgo que “supone esta resolución judicial para la libertad de información”, pues “demuestra una falta de ponderación entre el derecho a informar libremente y el amparo a la acusación por delitos de revelación de secretos, odio y acoso, imponiendo una fianza tan elevada, en contra del criterio de la Fiscalía".
Los periodistas como blanco de guerra
La Unió justifica el galardón a los periodistas palestinos resaltando que "los trabajadores y trabajadoras de los medios de comunicación se han convertido en un blanco de guerra, objetivos de amenazas y persecuciones que afectan también a sus familias por el simple hecho de hacer su trabajo".
"La preocupación se manifiesta claramente en la dramática cifra de personas que ha muerto en el ejercicio de sus funciones como comunicadores y comunicadoras, más de 130 periodistas, fotoperiodistas y cámaras han sido asesinados mientras trataban de informar o después de haber dado testimonio de los crímenes y ataques cometidos a Palestina por Israel".
Por ello, el premio se entrega "en solidaridad con todos los compañeros y compañeras que siguen arriesgando su vida para informar desde Palestina".