La Sección Quinta de la Audiencia Provincial de Santa Cruz de Tenerife se desplazará a La Palma para enjuiciar a dos hombres y a una mujer acusados de formar un grupo ilegal que robaba con violencia, hacía detenciones ilegales y causaba daños especialmente entre personas mayores. La Fiscalía solicita cerca de 43 años de cárcel y en concepto de indemnización que los procesados abonen más de 15.500 a una de las familias asaltadas y devolver el dinero que se fije en la ejecución de sentencia a las víctimas en caso de que resulten condenados.
El Ministerio Público cree probado que a finales de 2020 la acusada constituyó este grupo al que también pertenecía otra persona que no ha sido no identificada. Los procesados se repartían las funciones con el fin de cometer actos violentos contra el patrimonio y más concretamente asaltos a viviendas cuando estaban dentro sus moradores. En septiembre de 2020, mientras la mujer vigilaba, los demás, con la cara cubierta, tocaron el timbre de una casa situada en Mazo en la que vivía un hombre de 81 años a quien tras abrir la puerta empujaron y golpearon.
1.500 euros en joyas
Lo mismo hicieron con la hija para atarles luego las manos en la espalda mientras duraba el robo, que consistió en la sustracción de 5.000 euros en efectivo y de otros 1.000 que el anciano llevaba en la cartera. También se apoderaron de unos 1.500 euros en joyas de la esposa a la vez que los amenazaban con "cortar dedos y levantar faldas", consiguiendo finalmente hacerse con 8.000 euros más en efectivo y joyas.
El asalto llegó a durar unas dos horas en la que los habitantes de la casa permanecieron privados de libertad y atados, por lo que el anciano sufrió varias contusiones y la mujer y la hija lesiones en las muñecas. Un mes después, los acusados se dirigieron a la casa de una mujer de 89 años situada en San Andrés y Sauces donde repitieron la misma operación pero esta vez vestidos con chalecos reflectantes, logrando entrar con la excusa de que iban a analizar el agua.
Auxilio
Cuando estaban en la cocina se abalanzaron sobre la mujer y la inmovilizaron con cinta adhesiva, le ataron las manos con cuerdas, la tiraron al suelo y la arrastraron por suelo, amenazándola con matar a sus sobrinos, mientras exhibían un arma de fuego. Al final consiguieron hacerse con 500 euros y 20 décimos de la lotería de Navidad que resultaron premiados con 120 euros; joyas y un móvil, dejando a la mujer inmovilizada durante dos horas hasta que fue auxiliada.
Apenas un mes después uno de los acusados vendió parte de las joyas sustraídas en una tienda de compraventa de oro de Los Llanos de Aridane que luego fueron entregadas a sus propietarios. La Fiscalía considera probado que los asaltos eran dirigidos por la mujer, que planificaba los objetivos, asignaba funciones y fijaba horarios e itinerarios, procuraba vehículos y cualquier medio que fuese necesario.
Los otros dos hombres llevaban a cabo de forma concreta los asaltos, accediendo a las viviendas y agrediendo e inmovilizando a sus ocupantes. Uno de los acusados había sido condenado en su momento a tres años y medio de prisión por cometer un robo con fuerza, aunque la privación de libertad había quedado suspendida durante tres años con la condición de que no delinquiera.