Antonio Hernández Lobo llevaba tiempo veraneando en Uruñuela, un pequeño pueblo de La Rioja que no llega ni a los mil habitantes. Nació en Las Palmas de Gran Canaria, estudió en La Laguna y pasó la mayor parte de su tiempo en Telde. Pero, “quería devolverle a este pueblo todo lo que me ha dado”, afirma. El canario —que aunque siempre recuerda su tierra se siente muy agusto en su actual hogar— ha decidido presentarse como candidato a alcalde por el Partido Popular (PP).
Lobo es profesor de enseñanza secundaria. Trabajó en el instituto Pablo Montesinos de la capital grancanaria y otros tantos años en Maspalomas. Su salto a la vida política se dio cuando comenzó a dirigir la Fundación Canaria de Educación y luego, en 2011, llegó al Cabildo de Gran Canaria como consejero. En el 2015 regresó a su puesto como profesor, esta vez en Valsequillo y, un año después, comenzó a dirigir la Alta Inspección de Educación en la Delegación del Gobierno de Canarias.
De veranear a vivir
“En 2018, una decisión familiar nos hizo mudarnos a La Rioja”, explica el canario. Aunque no era un lugar desconocido para su familia, ya desde 2008 pasaban el veranos, las navidades o la Semana Santa en Uruñuela. Lobo ahora es director de un instituto de una localidad cercana.
Ahora mismo no se plantea volver a Canarias, “igual cuando me jubile empiezo a pasar seis meses allí y seis meses aquí”, ríe. “En las islas tengo a mi gente, mi familia, es mi casa, pero aquí me quieren bien y yo también a esta tierra”. Él y su mujer se mudaron tras tomar una decisión consensuada. Sus hijos ya no vivían en casa y al ser funcionarios pudieron pedir el traslado. “Pero, como siempre digo, estamos a tres horas de Canarias”.
“Me siento uno más”
Uruñuela tiene 984 habitantes. “La Rioja es una comunidad muy pequeña, toda ella tiene menos habitantes que Las Palmas de Gran Canaria”, ríe Lobo. Es el único “de fuera” que se presenta a las elecciones, el resto de su equipo está formado por vecinos del pueblo. “Me consideran uno de casa después de tantos años, me siento uno más”, manifiesta.
Lobo defiende fielmente la agricultura y, sobre todo, los viñedos. “La vida es muy bonita aquí”, afirma. Aún no tiene pensado tener su pequeño huerto, “en otro momento”, asegura entre risas. “Mi idea es seguir compaginando la alcaldía con mi puesto de director en el instituto”.