El Gobierno de Canarias ha anunciado que investigará al contratista encargado de la instalación de las viviendas contenedor en La Palma tras la aparición de humedades y otros defectos en estas estructuras, que albergan a 85 familias afectadas por la erupción volcánica. El consejero de Obras Públicas, Vivienda y Movilidad, Pablo Rodríguez, ha señalado que estas viviendas "no cumplen con la dignidad que merecen los palmeros" y que se revisará el contrato para exigir responsabilidades por los posibles vicios ocultos en su instalación.
Durante una intervención en el Parlamento de Canarias, Rodríguez respondió a la diputada de Vox, Paula Jover, quien denunció las "nefastas condiciones de habitabilidad" de estas viviendas, agravadas por las recientes lluvias. Las filtraciones en los contenedores han requerido una nueva intervención del Instituto Canario de la Vivienda (Icavi), que ya había iniciado un proceso de impermeabilización, aunque solo se había completado en 42 de las viviendas antes del temporal.
5,5 millones de inversión
El proyecto, que supuso una inversión de 5,5 millones de euros, ha generado críticas por su ejecución. Rodríguez confirmó que las viviendas no fueron depositadas en las condiciones adecuadas, ni en la ubicación correcta, lo que ha provocado la necesidad de actuar de forma urgente. A pesar de estas acciones, el Gobierno estudia si existen responsabilidades contractuales por los defectos iniciales, especialmente en relación con los materiales y la instalación.
El consejero también subrayó que el objetivo del Gobierno es que estas viviendas contenedor dejen de ser utilizadas a medio y largo plazo, y que las familias afectadas puedan trasladarse a viviendas definitivas que se están construyendo en Breña Baja. "La dignidad de los palmeros es nuestra prioridad, y este tipo de soluciones provisionales no pueden perpetuarse en el tiempo", afirmó Rodríguez.
Soluciones permanentes
La situación de las viviendas contenedor ha sido motivo de debate desde su instalación, y ahora el Gobierno canario busca soluciones permanentes para los afectados por el volcán, que siguen lidiando con los efectos devastadores de la erupción.