El año 2022 ha cerrado con 394 muertes por ahogamiento no intencionado en espacios acuáticos, lo que supone un 51 por ciento de incremento sobre el año anterior, es decir 134 más, según los datos que este sábado ha hecho públicos la Real Federación Española de Salvamento y Socorrismo.
Así lo recoge el Informe Nacional de Ahogamientos (INA), que refleja que 2022 ha arrojado el quinto peor dato de los últimos ocho años, por detrás del máximo, que fue en 2017 con 481 óbitos; los 440 de 2019, los 437 de 2016 y los 415 de 2015.
Un problema de seguridad pública
De las 29 personas ahogadas en diciembre, 17 (el 58,62 por ciento) perdieron la vida en playas, 10 en ríos y dos en piscinas
El portavoz y director de Prevención y Seguridad de la Federación, Francisco Cano, ha vuelto a exigir una estrategia estatal de seguridad acuática. "Esto pone de manifiesto que lejos de diluirse, los ahogamientos no intencionales en los espacios acuáticos españoles son un problema de primer orden de salud y seguridad pública en España".
El perfil de fallecidos
El 62,07% de las víctimas (18 de las 29) fueron hombres y el 37,93% mujeres (11 del total). La procedencia de las personas ahogadas fue mayoritariamente española (16 de las 29), además de nueve de origen desconocido, uno de origen europeo, uno asiático y dos de procedencia americana.
En el conjunto de 2022, la playa fue el escenario donde se registró un mayor número de muertes por ahogamientos, 217 de las 394, es decir, un 55,07% del total, seguida de ríos, donde tuvieron lugar 54 (13,7 por ciento) y piscinas 52 (13,19 por ciento), mientras que 71 se produjeron en lugares desconocidos.
La mayoría de las personas fallecidas en 2022 fueron hombres, un total de 315 y 76 mujeres (19,28 por ciento), además de tres personas por determinar.