El Archipiélago está desesperado por encontrar una empresa que suministre frutas y hortalizas a los centros educativos públicos. El 4 de noviembre de 2023, el Instituto Canario de Calidad Agroalimentaria (ICCA) sacó a licitación el concurso para que las compañías interesadas enviaran sus ofertas de cara a este curso. Pero el proceso se truncó el pasado 21 de febrero, cuando la entidad publicó el desestimiento por unas trabas legales que surgieron en la mesa de contratación. A dos meses de que terminen las clases, todo sigue en el aire.
Unos días más tarde, el 1 de marzo, volvió a sacar un pliego con las condiciones a cumplir por parte de quienes quieran acceder a la puja. Todavía no se ha adjudicado a nadie el servicio a pesar de que el trámite se está llevando a cabo por la vía de urgencia. El importe es de 705.300,73 euros –el anterior era de 736.370– y el periodo de la distribución –que se hará en siete semanas consecutivas–, por sorprendente que parezca, abarca el primer semestre de 2024.
433 centros
El documento recoge el suministro a los colegios de las ocho islas. La cuantía más alta es la de Tenerife por 270.576,9 euros –es la que acumula más participantes, 31.133 de 60 centros– y la más baja es la de El Hierro por 3.580,69 euros. La iniciativa está dentro de los Planes Nacionales de Consumo de Fruta y Hortalizas en las Escuelas, unas estrategias de las que son responsables las comunidades autónomas. Esta vez se repartirán 16 raciones.
Canarias participó cada año hasta la llegada de la pandemia, aunque el parón de toda actividad que supuso la COVID-19. Estuvo durante dos cursos paralizados “debido a modificaciones en la gestión del programa y a las circunstancias sobrevenidas que creaba inseguridad sobre la asistencia presencial del alumnado en las aulas”. Beneficiará a 81.595 alumnos de infantil y primaria de 433 centros.
Prohibido subcontratar
El desistimiento tiene su origen en la mesa de contratación que se desarrolló el 30 de enero en el que dos empresas que fueron admitidas provisionalmente al proceso manifestaron su intención de subcontratar –Verde que te quiero verde y La Fast Distribuciones Canarias–. El documento quedó firmado por el presidente, José Antonio González; y la secretaria, Davinia Valido.
Un día más tarde, la misma mesa detectó la prohibición de subcontratar en el Procedimiento Administrativo Común de las Administraciones Públicas (PCAP), por lo que propuso el desistimiento que al final se acabó produciendo. “Siendo dicha decisión totalmente razonable y acorde al interés público, así como a los principios de igualdad de trato, de concurrencia competitiva, transparencia y a la eficiente utilización de los fondos públicos”, cuenta.
Acercar la fruta a los jóvenes
El pliego de prescripciones técnicas establece que “el interés y la participación de la comunidad educativa en las anteriores ediciones del programa han sido enormemente satisfactorios, habiéndose implicado activamente tanto colegios como familias y escolares. Por ello, se considera necesario continuar invirtiendo esfuerzos en el desarrollo de una nueva campaña a fin de poder alcanzar los objetivos pretendidos”.
La iniciativa tiene el propósito de fomentar el consumo de alimentos saludables entre los estudiantes, incrementar la proporción de estos alimentos en sus dietas o acercar la política agraria a la sociedad. Además, “el programa pretende incrementar el conocimiento de otros temas conexos como las cadenas alimentarias locales”.
Kilómetro cero
Cada isla tiene su propio lote excepto La Graciosa, que va incluida en la de Lanzarote con 33 colegios entre ambas. El número de centros participantes en Gran Canaria es de 150, en La Gomera nueve, en el caso de La Palma 42, en El Hierro siete y en Fuerteventura 32. “La empresa adjudicataria deberá garantizar la calidad de los productos y facilitar el seguimiento de su gestión”, recoge el texto.
Los productos a suministrar son plátano, papaya, naranja, melón, sandía, manzana y tomate cherry. “La fruta u hortaliza deberá ser fresca y preferentemente de producción local y de kilómetro cero”, dice. “No será necesaria la autorización por parte del ICCA para el reparto de manzanas pues, dada la insistencia de los centros educativos y atendiendo a la mayoría de las sugerencias se autoriza otra procedencia distinta a la canaria”, añade.
Precios por kilo
Cada conductor de reparto dispondrá de un teléfono con GPS que le facilite la ubicación de los centros educativos a los que se dirige. Así también puede informar de manera inmediata sobre cualquier incidencia que surja. Cada fruta tiene su propio precio, que ya están especificados en la documentación.
El kilo de plátanos cuesta 3,98 euros; la papaya 3,28; la naranja 2,48; el tomate cherry 5; el melón 3,74; la sandía 1,45; y la manzana 2,35. “La fruta se presentará entera y en estado óptimo de madurez para su consumo, con objeto de evitar problemas de rechazo por parte del alumnado”, afirma.