Tras un año en vigor, se están comenzando a ver los frutos de la implantación de la reforma laboral española, que se marcó como objetivo reducir la precariedad y temporalidad en el empleo, una problemática que afecta sobre todo a la juventud. En el caso de Canarias, los contratos indefinidos en jóvenes casi se duplicaron desde 2021 a 2022, pasando de 46.061 a 88.474, según los datos del Observatorio de Emancipación del Consejo de la Juventud de Canarias.
No obstante, estos datos ocultan una realidad. Con la incorporación de la reforma laboral también se dispararon las bajas de afiliación por no superar el periodo de prueba, un 141% a nivel nacional según datos de Seguridad Social, o la creación de contratos fijos discontinuos, que suplantaron a los contratos temporales y aquellos por obra y servicio.
Limitación de la temporalidad
La población joven canaria ha sido una de las más beneficiadas por la limitación de la temporalidad como modalidad de contratación de la reforma laboral que entró en vigor a comienzos de 2022, según el Consejo de la Juventud de Canarias. El 64,8% de los jóvenes ocupados en el segundo semestre del año pasado firmaron un contrato indefinido.
Este hecho sitúo a Canarias como la quinta comunidad autónoma con menor tasa de temporalidad, ya que la cifra cayó hasta el 35,2%. Sin embargo, las Islas muestran una especificidad y es que aumentó el porcentaje de contratos temporales de sustitución, un 35,76% en un año, mientras que a nivel estatal no varió casi.
Horario de las jornadas
Otro dato relevante que recoge el Observatorio de Emancipación muestra que hay una brecha de género entre las personas que se encuentran en puestos de trabajo de manera temporal. El impacto de la temporalidad es desigual en Canarias, pues la proporción de jóvenes asalariados con contratos temporales hombres es 28,1%, mientras que el porcentaje de las mujeres corresponde al 43,1%.
Además del aumento de los contratos indefinidos, se disminuyeron las jornadas a tiempo parcial suponiendo el 15,4%. Canarias se convirtió en el segundo semestre de 2022 en la comunidad autónoma con más personas jóvenes trabajando a jornada completa (el 84,6%). Se redujo así el empleo involuntario a tiempo parcial, aunque continúa siendo más común que en el resto de España con un 67,1%.
Empleo parcial involuntario
Es el caso de Daniel Vega, un joven de 25 años que está contratado de manera indefinida a tiempo parcial dentro del convenio de hostelería. Es de ese 67,1% de jóvenes que trabajan a tiempo parcial porque no encuentran uno a tiempo completo.
Sus anteriores trabajos habían sido con contratos temporales, por lo que agradece el alivio a largo plazo que puede llegar a suponer un indefinido; no obstante, al igual que en sus anteriores puestos, continúa a media jornada, un aspecto que le impide poder cobrar más.
La jornada parcial tiene “sus cosas positivas”, resalta el joven a Atlántico Hoy, como, por ejemplo, “balancear mejor el trabajo y la vida social”. Sin embargo, también indica que “con un sueldo de media jornada se acaba viviendo cada mes con lo justo, mientras que un contrato de jornada completa da más posibilidades de ahorrar, y no contar cada mes con el dinero justo”.
La realidad es otra
El economista Juan José Hernández, por su parte, no termina de ver un encuentro entre las medidas de la reforma laboral y la realidad, dado que, como se dice de manera coloquial, quien hace la ley, hace la trampa - o a quienes le toca acatarlas -, pues los empresarios han buscado la forma de encontrar otras posibilidades frente a la normativa de temporalidad, como son “los despidos en periodo de prueba o los contratos fijos discontinuos en lugar de los temporales”.
Para él, esta reforma laboral supuso una forma de “querer arreglar los problemas de un plumazo sin mirar la realidad, que es mucho más compleja, como la manera en la que se relaciona la oferta y la demanda”.
Juventud empobrecida
Asimismo, a pesar de los buenos datos en cuestión de contratos indefinidos, aumento de jornada a tiempo completo y creación de empleo en Canarias, el Observatorio de Emancipación señala que estos hechos no se tradujeron en una disminución del riesgo de pobreza y exclusión social.
El indicador AROPE, que mide estos dos parámetros, de las personas jóvenes del Archipiélago se incrementó, consolidándose como el segundo máximo de España con el 44%. Entre la población joven con trabajo la subida fue mayor que en otros grupos - del 26,7% al 29% -, lo que el Consejo de la Juventud traduce en que casi tres de cada diez personas jóvenes canarias, aun percibiendo un salario, no llegaba a cubrir las necesidad mínimas de bienestar social.