Canarias se enfrenta desde hace meses a una situación de sequía que ha originado el plantear decisiones como la que se estudia para Tenerife: declarar la emergencia por sequía extrema.
David Suárez, Delegado Territorial de la Agencia Estatal de Meterología (Aemet) en Canarias, explica a Atlántico Hoy que estamos ante el quinto año hidrológico más seco. Por meses, enero de 2024 tuvo un carácter muy seco debido a que acumuló solo un 13% del valor normal, que son 4,7 milímetros. En cuanto a este año hidrológico, que va del 1 de octubre al 30 de septiembre, en estos momentos está en un 35% del valor esperado para un año normal.
Esta falta de precipitaciones toca de lleno no solo a sectores totalmente afectados como la agricultura, sino que también puede afectar a la salud de las personas. De cara al futuro, la predicción de las temperaturas y precipitaciones para Canarias es que sean normales o, más bien, secas. De hecho los agricultores vienen avisando: si la situación sigue asi, se puede dar de nuevo lo que ocurrió el año pasado con la papa.
Inicio muy seco
Desde la Aemet prevén para Canarias una alta probabilidad de que el año hidrológico sea entre seco y normal, concretamente con una previsión de un 35% normal y un 40% seco.
"Entre los cinco grupos con los que hacemos la valoración, que van desde extremadamente húmedo a extremadamente seco, hemos tenido un enero, diciembre, así como un curso hidrológico muy seco", detalla Suárez, que insiste en que hay que tener en cuenta que ha llovido aproximadamente la mitad o un poco menos de la mitad de lo que debería haber llovido en un año normal.
La salud, otro factor importante
La falta de lluvia, consecuencia del cambio climático, afecta a la salud de manera importante, tal y como señala Marta León, secretaria general del Colegio de Médicos de Las Palmas.
La ausencia de lluvia y los cambios en la temperatura perjudican sistemas como el cardiovascular. “El calentamiento global ha aumentado en un 7% los infartos”, afirma León. En cuanto a las enfermedades respiratorias detalla que también hay un agravamiento de las mismas sobre todo en los problemas de enfermedad pulmonar obstructiva crónica como asma o rinitis.
Por otro lado puntualiza la afección que tienen otro tipo de enfermedades como las infecciones respiratorias. “Los virus tienen un mejor caldo de cultivo con temperaturas un poco más altas, sobre todo con las diferencias bruscas entre el día y la noche o intradiurnas”. En este sentido pone de ejemplo otras infecciones relacionadas al cambio climático como las infecciones por vectores --los insectos--, señalando que también hay que tener en cuenta las garrapatas o cómo el cambio de tiempo afecta a la temperatura del mar y acarrea infecciones digestivas, así como que su amenaza afecta también psicológicamente a muchas personas.