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Sociedad

El mejor camping de lujo para quien no le gusta acampar está en esta isla paradisíaca de Canarias

Imagina estar en una isla paradisíaca con entornos idílicos y dormir en una cúpula con vistas que quitan el hipo

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Imagen del camping de lujo / GLAMPING LA PALMA

Fluir, dejarse llevar, tener un estilo de vida poco materialista y poner en valor las pequeñas cosas no es un mantra que sirva para todo el mundo. Hay gente que prefiere la comodidad por encima de todo y que esa "nueva moda" de ir de acampada, con furgonetas o autocaravanas no es lo suyo. Gracias —en parte— a la fusión de los dos mundos, de los amantes de las acampadas y los que no renuncian a los lujos de la cotidianidad como la electricidad, agua caliente, colchón de calidad y otros esenciales nace el término intermedio de glamping. 

Un movimiento que fusiona lo mejor de cada casa como poder disfrutar de la naturaleza o al aire libre como si estuvieras en un hotel —pero sin estarlo—. Una de las formas más comunes de glamping son las famosas burbujas transparentes que permiten ver por el día los árboles y el exterior y de noche disfrutar de la oscuridad y las estrellas. Si lo tuyo es fusionar conceptos, seguro que este en una isla paradisíaca de Canarias te cautiva. 

El mejor camping para los que odian el camping

Imagina estar en una isla paradisíaca con entornos idílicos y dormir en una cúpula geodésica con vistas que quitan el hipo, pues esto es posible en el Glamping La Palma, situado en Brena Alta donde reina la excluisividad, la tranquilidad, la paz y un ambiente de lo más cálido. 

Se trata de una estructura de madera y cristal de forma esférica construída a base de grandes triangulos para aprovechar la luz natural y disfrutar del entorno en su máximo esplendor, suena bien ¿no? 

Así es el glamping de lujo 

A este glamping no le falta detalle. Es una estancia para dos personas preparada para ver los mejores amaneceres. Tiene un baño exterior completamente equipado, un pequeño office para desayunar, terraza, jardín y lo mejor de todo, el jacuzzi que aporta ese toque lujoso que a todo el mundo gusta. 

Además hay wifi, aparcamiento gratuito, entrada independiente que asegura máxima intimidad, cesta de bienvenida, secador de pelo y una cocina equipada con las cosas básicas. 

¿Cuanto cuesta?

Para poder disfrutar de esta experiencia hay que pagar 95 euros la noche entre semana y 110 euros la noche los fines de semana. 

La página web tiene un calendario en el que se puede comprobar la disponibilidad y en caso de que la burbuja de madera esté cogida, el lugar ofrece estancia en una van o en una pequeña casita. ¿Te animarías a probarlo?

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