La calidad del aire es desfavorable en Los Llanos, Tazacorte y El Paso

Esto se debe a los niveles del dióxido de azufre (SO2) derivados de la erupción del volcán

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Reactivación de la emisión de cenizas del volcán en La Palma. / Aemet
Reactivación de la emisión de cenizas del volcán en La Palma. / Aemet

La Dirección General de Seguridad y Emergencias del Gobierno de Canarias, en base a la información disponible, y en aplicación del Plan Especial de Protección Civil y Atención de Emergencias por Riesgo Volcánico en la Comunidad Autónoma de Canarias (Pevolca), ha alertado este lunes de que la calidad del aire es extremadamente desfavorable en Los Llanos de Aridane, El Paso y Tazacorte, en la isla de La Palma, debido a los niveles del dióxido de azufre (SO2) derivados de la erupción del volcán de Cumbre Vieja. 

En concreto, se expone en un comunicado que en estos tres municipios se superan los niveles de 750 ug/m3 horario de dióxido de azufre en la estación de El Paso a las 08.00 horas de este lunes, 13 de diciembre, asociado a las emisiones derivadas de la actividad volcánica (se registra valores de 1.522 ug/m3).

La población sensible a estos niveles señalan que son personas con enfermedades respiratorias o cardiacas previas, como asma, bronquitis crónica y enfisema; niños, mujeres gestantes y ancianos; o personas que realizan actividad física intensa. Añaden que los síntomas probables de afección por una calidad del aire extremadamente desfavorable se centran en la irritación de ojos, nariz o garganta; dificultad para respirar profundamente; agravamiento de síntomas en personas con enfermedades respiratorias o cardiacas previas.

Evitar exponerse al aire libre

Por ello, se recomienda a grupos de riesgo y población sensible que evite la estancia prolongada al aire libre; siga el plan de tratamiento médico, si es su caso, meticulosamente, y acuda a un servicio de urgencias si su estado de salud empeora.

De todos modos, recomienda a la población en general que reduzca toda actividad al aire libre y considere realizar las actividades en el interior o posponerlas para cuando la calidad del aire sea buena o razonablemente buena, así como utilizar la protección adecuada para los trabajos que deban ser realizados al aire libre; y estar atento a las instrucciones que reciban de las autoridades de protección civil.