Gran Canaria es un paraíso de contrastes, donde cada rincón esconde tesoros naturales que deleitan a quienes los descubren. Uno de estos secretos mejor guardados es una cala de ensueño que, aunque poco conocida, ofrece una experiencia única para aquellos que se aventuran a explorarla.
Este paraje, accesible a través de un camino secreto tras una gran autopista, recompensa a sus visitantes con aguas cristalinas, un entorno pintoresco y vistas espectaculares que la convierten en una joya escondida de la isla.
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La preciosa cala de Tufia
Ubicada en la costa este de Gran Canaria, cerca del municipio de Telde, la playa de Tufia se encuentra lejos de las rutas turísticas habituales, lo que la convierte en un destino perfecto para quienes buscan tranquilidad y un contacto directo con la naturaleza. El acceso a esta cala se realiza a través de un pequeño camino secreto —aunque no escondido— que va revelando el impresionante paisaje costero que la rodea.
Antes de llegar a la playa, se encuentra el pueblo de Tufia, una pequeña aldea costera que parece haberse detenido en el tiempo. Las casas, de un blanco inmaculado, se agrupan de manera pintoresca en torno a las calles estrechas que conducen directamente al mar. El encanto de este pueblo, con sus habitantes amables y su ambiente tranquilo, añade un toque especial a la visita, haciendo que uno sienta que ha descubierto un lugar verdaderamente único.
Vistas únicas
La playa de Tufia no solo es un lugar ideal para relajarse, sino que también ofrece algunas de las vistas más impresionantes de Gran Canaria. Desde la orilla, los visitantes pueden admirar el horizonte infinito del Atlántico, mientras que los acantilados que rodean la playa proporcionan un punto de vista elevado desde el cual se puede contemplar toda la belleza del paisaje circundante.
Es un lugar perfecto para sentarse y disfrutar del silencio roto únicamente por el viento y el mar.
Cómo llegar a la cala
Para llegar hay que circular por la autopista GC-1 y coger la salida 13, la del polígono industrial de El Goro.
Si venimos desde el sur hay que seguir las señales que te llevarán fácilmente a una de las mejores calas de Gran Canaria. Es importante recordar que, como en cualquier lugar natural, debemos ser respetuosos con el medio ambiente y llevarnos toda la basura que generemos, preservando la belleza y la pureza de este rincón escondido.