La presidenta del Cabildo de Tenerife, Rosa Dávila, ha calificado como "terrible" la situación vivida ayer martes por 90 familias desalojadas en el edificio Chasna, en Costa del Silencio, y ha afirmado que se ponen a disposición del Ayuntamiento de Arona para aportar soluciones. En rueda de prensa, Dávila aprovechó para decir que la institución insular está ahora a disposición del Ayuntamiento de Arona con la intención de aportar "distintas soluciones" que se encaminen a solventar un problema del que "existen más situaciones en este municipio".
La presidenta del Cabildo tinerfeño ha dicho que la decisión judicial de desalojo, emitida por Juzgado de Primera Instancia número 3 de Arona, "hay que respetarla" por la "situación de riesgo", pero que se habría abordado "de otra manera" si el entonces alcalde hubiera puesto la situación en conocimiento. "Probablemente se habría abordado de otra manera si el alcalde socialista, que gobernaba en 2021, hubiera puesto esta situación en conocimiento de los grupos políticos del consistorio y de Servicios Sociales, también para que actuase el entonces presidente insular, también socialista, Pedro Martín", ha expuesto.
Perfil vulnerable
Por su parte, el vicepresidente Lope Afonso ha agregado que el Cabildo ofrece "su completa disposición" a Arona tanto en recursos materiales como humanos y financieros para contribuir a mitigar el problema de las personas afectadas, y ha recordado que la decisión judicial alude "a motivos de seguridad". Ha añadido que dentro de las medidas que la institución insular puede impulsar, y que tienen relación con el problema de acceso a la vivienda, será la de seguir estimulando que en el mercado haya más vivienda disponible para "que haya más oportunidades para familias con perfil vulnerable".
El desalojo de 90 familias en el edificio de Chasna, en Costa del Silencio (Arona), transcurrió este martes, y por decisión del Juzgado de Primera Instancia número 3 de Arona ante un edificio que se encuentra afectado por debilidad estructural (aluminosis) y tiene riesgo de desplome. En total han sido desalojadas más de 200 personas, entre ellas mayores, enfermos, mujeres embarazadas y con discapacidad, que habían hecho su hogar en 44 viviendas de los bloques 8 y 10 del citado inmueble, inacabado desde hace décadas.