El singular buzón de Correos de Las Palmas de Gran Canaria que solo admite cartas de amor

El origen de San Valentín y de las cartas de amor el 14 de febrero se remonta, según los historiadores, a los años 214 y 270 cuando el emperador romano Marco Aurelio Claudio prohibió que los soldados pudieran casarse para que fuesen más valientes

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Imagen de un antiguo buzón de Correos / LUNA MOYA - AH
Imagen de un antiguo buzón de Correos / LUNA MOYA - AH

¿Dónde habrá quedado aquel mito del amor romántico? La sociedad avanza a pasos agigantados a la vez que nos intenta demostrar que no, que no hay príncipes azules, que cuando el cuento acaba no se comen perdices porque no hay finales felices y mientras tanto las letras de reguetón no dejan de repetir que mejor solo, que estar soltera está de moda y un sinfín de opciones más que no pasan —ni de lejos— cerca de la construcción del amor romántico que nació en el siglo XII —ya era hora—. 

Pero no está todo perdido. Entre Tinder y Grindr todavía queda gente que se enamora, quizás se trate de aquellos jóvenes que arrancaban una hoja de libreta y se decidían de manera valiente a juntar las cuatro palabras más famosas del colegio con un escueto "¿quieres ser mi novia?" a veces con más faltas de ortografía de las que cabe en la propia frase pero qué más daba. El amor es amor y aún en Las Palmas de Gran Canaria hay hueco para esas personas que quieran enviar una carta romántica: un buzón de Correos que solo está dispuesto a admitir cartas de amor. 

San Valentín y un buzón romántico en Las Palmas 

El origen de San Valentín y de la tradición se remonta según los historiadores a los años 214 y 270 cuando el emperador romano Marco Aurelio Claudio prohibió que los soldados pudieran casarse para que fuesen más valientes al carecer de lazos familiares y arriesgar sus vidas sin miedo. En ese momento un obispo llamado Valentín hizo caso omiso y decidió seguir casando a los militares con sus parejas. 

Esa es una de las teorías, porque para gustos hay diferentes versiones del famoso San Valentín. Sea como fuere, todavía se sigue celebrando —también ayuda el capitalismo y esas tazas con forma de corazón que todo el mundo necesita el día de los enamorados—. 

Un regalo romántico 

Si el buzón de Correos de la calle Malteses, número 9, de la capital grancanaria no te convence, siempre hay opciones para sorprender a tu pareja —o tu casialgo— el día de San Valentín. 

Ir al restaurante con alma viajera puede ser una opción, o probar con alguno de los restaurantes de la Guía Michelín con los menús más económico, ir a un bonito mirador para ver las estrellas o incluso apostar por una caminata en un entorno idílico que acabe con una de esas promesas que duran para toda la vida —o hasta que el corazón quiera—. 

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