Varios equipos científicos han pedido ayuda a los ciudadanos para localizar a una
cría de ballena franca,
la especie de ballena más amenazada del mundo y extinta en el Atlántico noreste, que fue avistada sola el pasado 22 de diciembre en aguas de El Hierro, y que temen que no sobreviva.Ese día se observó una cría de ballena vasca o franca del Atlántico Norte (Eubalaena glacialis) en La Restinga, que nadaba cerca del puerto e incluso entró al mismo unos minutos, han confirmado a EFE los gestores del club de buceo Fan Diving, uno de cuyos clientes, Marco Szlapka, la fotografió y filmó.La cría tenía una longitud estimada de 4 metros y los lóbulos de la aleta caudal aún no estaban completamente rígidos, lo que indica que
nació entre horas y pocos días antes del avistamiento. Fue vista sola, lo que puede ser debido a que la madre estuviera comiendo y después reencontrara a la cría, o que la madre haya muerto, que es lo más probable dado que normalmente no se alejan de las crías tan pequeñas en las zonas de reproducción.El barco y guardas de la Reserva Marina de Interés Pesquero Punta de La Restinga-Mar de Las Calmas, gestionada por la Secretaría General de Pesca del MAPA y por la consejería de Agricultura, Ganadería y Pesca del Gobierno de Canarias, así como las investigadoras de la Universidad de La Laguna y numerosos voluntarios de El Hierro la han buscado. Pero la meteorología variable y la dificultad de observar una cría hacen que la ballena pudiera seguir en El Hierro y no haber sido observada, o bien haber dejado la isla.
Ahora los equipos científicos solicitan la colaboración de la ciudadanía para ampliar la vigilancia a todo el archipiélago y detectar a la cría de ballena franca, sola o con la madre, viva o varada, según han explicado en un comunicado de aviso a la población.
La ballena más amenazada del mundo
Eubalaena glacialis solo vive en el Atlántico Norte y es la especie de ballena más amenazada de extinción del mundo. Se llama ballena vasca, ballena franca o ballena de Vizcaya porque su migración muy costera desde las zonas de reproducción cerca de Canarias, hasta las zonas de alimentación al norte de Irlanda, Escocia y hasta Islandia, la llevaban cerca de las costas del Cantábrico y Bahía de Vizcaya, donde era avistada desde atalayas y salían barcas a remos a cazarla ya desde el siglo XI.En los últimos 100 años existen contados avistamientos de esta especie en las costas europeas, mientras que la población del Atlántico norteamericano se encuentra amenazada por colisiones con embarcaciones, enredos con artes de pesca y cambio climático, y se calcula que quedan unos 400-500 ejemplares remanentes.El avistamiento de una cría en El Hierro señala que al menos una hembra ha criado en aguas españolas y abre la puerta a la esperanza de una posible, aunque lenta, recolonización de la especie en el Atlántico Noreste.Las ballenas francas del Atlántico norteamericano permanecen en las áreas de cría con sus recién nacidos durante 2-3 meses antes de iniciar la migración de miles de kilómetros hasta las zonas de alimentación entre Estados Unidos y Canadá.Por ello, se confía en que si la cría de El Hierro ha reencontrado a su madre, ambas permanezcan en Canarias hasta al menos febrero. Si la cría está sola, debido a que la madre haya muerto por causas naturales o humanas, no tiene oportunidad de sobrevivir, dado que depende de la lactancia exclusivamente en sus primeros meses de vida.Las crías de grandes ballenas que varan cuando falla la lactancia suelen llegar a costa muy delgadas, tras consumir todas sus grasas de reserva, por lo que presumiblemente soportan varias semanas en el mar sin su madre.Esto sugiere que si la cría está sola, aún podría estar viva y, en este caso, no saber a dónde dirigirse y permanecer en las cercanías de su zona de nacimiento, a no ser que encuentre otra ballena y la siga.