Las casas típicas de Canarias tienen un encanto muy difícil de explicar. Su arquitectura tiene la influencia de aquellos que llegaron para poblar las Islas después de la Conquista y, aunque cada una presenta peculiaridades y ciertos elementos que las diferencian, también hay muchos aspectos comunes. Realmente existen un total de cuatro tipos de casas típicas canarias: la casa cueva, la casa de arrimo, la adosada —o entre medianeras— y la aislada.
En Gran Canaria hay un pueblo entre barrancos que destaca porque abundan las casas típicas: el pueblo de Fataga. A poco más de una hora de Las Palmas de Gran Canaria, este curioso y entrañable pueblo repleto calles estrechas con muchas flores y un encanto sin parangón rodeada por barrancos, pinos y un palmeral frondoso.
Así son las casas típicas de Canarias
Las casas típicas canarias se reconocen por varias razones: su aspecto suele ser blanco y cuentan con elementos de piedra, madera, en ocasiones con tejas, destaca también la singularidad de las ventanas y puertas que intentaban proporcionar la máxima luz a las viviendas, y los balcones, uno de los grandes protagonistas ubicados normalmente en la tercera planta de las casas más señoriales.
En Fataga un recorrido por sus calles te puede dar una idea de cómo se construían las viviendas desde el siglo XIX. En este precioso pueblo del sur de Gran Canaria hay numerosas casas terreras con fachadas blancas y destaca algún que otro bonito balcón canario. Si quieres llegar en coche desde la capital, no podrás hacerlo en línea recta, sino que tendrás que rodear la isla desde el noreste hasta el sureste.
Esto es lo que puedes hacer en Fataga
Fataga es un pueblo que se encuentra en un valle, entre barrancos. Las calles empedradas son estrechas y están repletas de flores con colores vivos que lo convierten en un enclave mágico. Tejas, palmeras, balcones de madera y tierras fértiles aparece en medio de un paisaje en el que reina la calma y la tranquilidad. Perderse por sus callejuelas empedradas, visitar su única iglesia, la de San José, o su antiguo molino de agua, son algunas de las cosas que hay que hacer, como mínimo, una vez en la vida. Más turísticos son sus restaurantes y tiendas de souvenirs y también el recorrido en camello por su barranco, conocido como valle de Las Mil Palmeras. Una excursión exótica en un paisaje con unas vistas de vértigo.
Por si fuera poco también cuentan con uno de los mejores miradores de la isla: Mirador Degollada de las Yeguas. Es un lugar que se llena de espectadores porque la baja contaminación lumínica permite ver el cielo a la perfección, estrella a estrella, constelación por constelación. De día también es un espectáculo visual, ya que permite ver el interior del barranco, unas vistas más que impresionantes.
Para aquellos que tenga una especial pasión por el senderismo, es todo un lujo perderse por las rutas que atraviesan estos barrancos, como el popular Camino de Santiago de Gran Canaria, donde encontrarás bellísimos parajes naturales e impresionantes miradores.
¿Cómo llegar a Fataga?
Para llegar al pueblo de Fataga desde la capital en coche, debes tomar la GC - 1 en dirección Maspalomas y desviarte por la salida 45, a la altura de San Fernando y continuar por la GC-60 en dirección Fataga. Desde Maspalomas deberás tomar la carretera GC-60 y continuar la señalización hasta llegar al pueblo de Fataga. Si, por el contrario, lo haces en guagua, deberás coger en la estación de San Telmo la línea 8 en dirección el Doctoral. Una vez allí hacer trasbordo con la línea 34 hasta San Bartolomé de Tirajana, para hacer transbordo con la línea 18. Desde Faro de Maspalomas se puede viajar con la línea 18 dirección Tejeda.