Un litro de leche de camella puede costar en torno a los 80 euros frente a los 0,50 céntimos de media que cuesta la de vaca. Con este dato sobre la mesa, los nuevos bombones elaborados con lo que podría denominarse el nuevo oro blanco de Fuerteventura serán el gran estreno del verano.
La propuesta que DromeMilk Camel Bio Farm, la mayor granja de camellos de Europa, ha llevado al Salón Gourmets de Madrid, se resume en cuatro bombones llamados Biocho Bon Bon, con diferentes sabores elaborados por el maestro chocolatero Enrique Manuel Martín.
Un producto desconocido
La leche de camella no es especialmente conocida, pero sus beneficios superan a los de cualquier otra leche de origen animal. La gerente de DromeMilk Camel Bio Farm, Guacimara Cabrera, asegura que es la más parecida a la humana. "En comparativa con la leche de vaca es la única leche del mundo que no tiene lactosa. Es la leche más blanca que existe, es la más parecida a la leche humana. Es un superalimento y es muy nutritiva", ha explicado. Y por si esas características no enzalzaran lo suficiente esta bebida, la leche de camella aporta una lista casi interminable de beneficios, "es muy baja en grasas, es como si fuera leche desnatada directamente. En comparativa con una vaca o una cabra, por ejemplo, tiene más de tres veces vitamina B, C y D", declara Cabrera.
Aunque las ventajas de la leche de camella inviten a su consumo, lo cierto es que los camellos canarios que hay en las islas no podría atender toda la demanda. "No es una leche que ahora mismo se pueda tomar como una leche normal de vaca o de cabra diariamente porque se requiere de mucha más cantidad", asegura Cabrera. "Hemos trazado una estrategia porque es un proyecto que nace para conservar una raza autóctona. Lo primero que vamos a crear a través de la leche son productos derivados, como los bombones para generar un merchandising gastronómico que sea exclusivo de Canarias", explica la gerente.
Efecto contagio
DromeMilk nació en Fuerteventura hace 30 años y ahora busca que otros ganaderos y ganaderas sigan el modelo implantado en su granja para preservar una especie en extinción. "La intención es que la gente vea esto como un ejemplo y quiera montar sus propias ganaderías camellares".
En general, un solo litro de leche de camella cuesta unos 80 euros, pero DromeMilk ha conseguido reducir el coste. Guacimara Cabrera asegura que están "entre los tres y seis euros de promedio el medio litro de leche de camella". Para que el lector se haga una idea, la camella canaria puede dar hasta 13 litros en cada ordeño y son dos ordeños al día, esa es la máxima", asegura la gerente.
"Trabajar con camellos es un proyecto agroecológico porque es muy sostenible. Es el único animal que se puede adaptar a las condiciones del cambio climático y es un animal que está acostumbrado a nuestro clima y nuestra tierra",dice Cabrera, aunque no se puede hacer una estimación exacta de cuánto dinero cuesta mantenerlos porque tal y como dice la gerente, "es muy subjetivo. Depende de muchos factores y del modelo que uno quiera desarrollar de ganadería. En nuestro caso es una ganadería sostenible y fomentamos el pastoreo natural y eso produce costes, no quiere decir que sea supereconómica de mantener ni muchísimo menos. En nuestro caso el coste por camello diario son 25 euros solo la alimentación, no está incluido el mantenimiento del animal, los cuidados, el personal, los veterinarios ... Solo la alimentación", incide.
De los bombones a los chupachups
DromeMilk tiene planes de futuro interesantes a nivel gastronómico y es que los bombones son solo el primer paso. "Ya hemos hecho queso y fuimos los primeros de España en hacer la prueba que salió muy bien. Ese va a ser el siguiente paso, pero también hemos hecho las pruebas de yogures, helados, incluso chupa chups de leche de camella que es bastante curioso. La idea es arrancar con los bombones y luego ir presentando novedades cada temporada", confiesa la gerente.
El primer invento ya ha causado curiosidad en el sector restauración y Guacimara Cabrera asegura que ya ha empezado a recoger los primeros pedidos. "En Oasis WildLife es donde empezaremos a vender los bombones y en los distintos puntos de restauración de Fuerteventura. Ya estamos comenzando a hablar con ellos y recibir encargos porque 100% seguro: en verano vamos a salir", confía Cabrera.
Ahora solo queda poner a punto la burocracia y esperar para probar la nueva exquisitez que llegará en verano de la mano de DromeMilk gracias a los 480 ejemplares que tienen en la isla de Fuerteventura y que fueron importados desde África en el siglo XV.