Recientemente, la cafetería Castro’s, ubicada en la ciudad de Liverpool y regentada por el tinerfeño Borja Castro, se hizo viral a raíz de una entrevista concedida a Atlántico Hoy por su novedosa -en Liverpool- fórmula de negocio hostelero, imitando las populares cafeterías de Canarias con bocadillos de pollo desmenuzado, mechada o de pata acompañados de su barraquito.
Ahora, este chicharrero, amante del Carnaval y dolido por faltar a su cita con su tierra en las Carnestolendas, no ha podido evitar traerse un cachito de la gran fiesta de la purpurina y el disfraz y ha sorprendido a sus clientes con su propio evento carnavalero.
La idea
“Yo soy muy carnavalero de siempre. Mis padres, abuelos y familiares siempre me llevaron de Carnaval con ellos desde niño y en siete años que llevo aquí nunca me lo había perdido”, contextualiza con melancolía Borja Castro a este medio de comunicación.
Por ello, ni corto ni perezoso, lo que decidió fue que si él no podía ir en carnavales pues que los carnavales fueran a Liverpool. “Organizamos una fiesta con un poco de decoración, banderillas y más cosas. Nos disfrazamos y estuvimos echando el día como si estuviéramos en el Doña Papaya, que es mi punto de acción”, revela Borja sobre el popular local santacrucero. “Nos lo pasamos muy bien”, agrega.
"Hay que llevarlo en la sangre"
Acostumbrado al jolgorio que se vive en las calles chicharreras en las noches y días del Carnaval de Santa Cruz, Castro reconoce que la fiesta “fue mas tranquila” de lo que le hubiera gustado, pero muy satisfecho porque “vino bastante gente”.
Eso sí, confiesa que “disfrazados estuvimos los tres del staff: mi novia, un chico que nos ayuda y yo, y otras tres chicas de Tenerife, que son las que lo sienten”. El resto de clientes que disfrutaron de la fiesta “porque sabían del tenderete” que se iba a montar, “pero no se animaron a disfrazarse. Eso hay que llevarlo en la sangre”, sentencia.
'Azafata de vuelo' cada viernes de Carnaval
Cuenta Borja, aludiendo a su primera ausencia en el Carnaval de su tierra, que tal es su pasión por la fiesta que en todos los años anteriores que lleva en tierras inglesas siempre cumplía con una tradición bastante simpática. “Siempre vuelo el mismo viernes de cabalgata y voy disfrazado de azafata en el vuelo”, comparte entre risas.
“La verdad es que me lo paso pipa desde que amanezco aquí. Nervioso como si fuera el día de Reyes Magos”, resalta recordando años anteriores, ya que este año “por el tema de la cafetería no puedo cerrar y no ha podido ser”.
No obstante, Borja ya mira al Carnaval del futuro en Liverpool y lo tiene claro: “Lo vamos a hacer una tradición y repetiremos”, aunque eso sí, tiene algo todavía más claro para 2024. “El año que viene también voy a Tenerife de cabeza”.
