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Sociedad

La presencia de basura en el Teide hace peligrar la existencia de algunas especies endémicas

La falta de civismo genera que en el parque aparezcan residuos como botellas de cristal, donde han quedado atrapadas este tipo de especies, como es el caso de escarabajo

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Imagen de una Pimelia del Teide en una botella. / J.C. HERRERO

La falta de civismo está a la orden del día, y un claro ejemplo de ello es lo que sucede desde hace años en entornos naturales como el Parque Nacional del Teide. Allí la presencia de basura que se acumula con el paso del tiempo pone en peligro a distintas especies endémicas.

José Carlos Herrero, educador ambiental y guía de montaña, ha mostrado esta realidad a través de sus redes sociales. En una imagen compartida por él, se puede apreciar a una Pimelia del Teide (Pimelia ascendens) atrapada en una botella aparentemente antigua.

Herrero comenta a Atlántico Hoy que aunque la basura en el parque es cada vez menor y la mayoría de residuos son antiguos, insiste en que la educación ambiental es la clave para evitar este tipo de situaciones. De hecho sucede en otras zonas de la Corona Forestal, como el mirador de Chipeque, que tras viralizarse en redes sociales las cuadrillas de Gesplan acuden a limpiarlo a diario debido a la basura que dejan los cientos de visitantes que acuden. 

Especies afectadas

Este abandono de residuos no solo afecta al escarabajo, sino también a los lagartos. "El problema es que en esas botellas quedan restos de azúcar o de alcohol. Las especies se meten ahí y no tienen posibilidad de salir, sobre todo en los días de calor. Al final están dentro de un recipiente de cristal", apunta Herrero. 

A parte de que el escarabajo es endémico de Tenerife, también sirve de alimento para una especie de ave que se encuentra en el propio Teide. "Al final la acción de que el escarabajo se quede atrapado en una lata o botella estropea toda la cadena trófica. Es una pena encontrar este tipo de residuos en el parque, aunque sean viejos, y lleva ocurriendo desde hace años.", lamenta. 

Educación ambiental 

La educación ambiental sería la clave para comenzar a dar una solución a estos problemas. "El parque cuenta con 18.000 hectáreas y es imposible tener vigilantes en cada punto. Se debe enseñar a quienes lo visitan la importancia del lugar y lo vital que es su conservación", afirma Herrero.