Las llamadas de emergencia que recibió el Servicio de Atención a Mujeres Víctimas de Violencia, SAMVV 1-1-2 de Canarias, aumentaron cinco puntos con respecto al mes anterior. Así ha informado la Consejería de Derechos Sociales, Igualdad, Diversidad y Juventud al registrar 1.279 llamadas en mayo.
Del total de llamadas recibidas en este mes, el 63% de ellas (807) eran de emergencia, consideradas así porque la víctima corre un peligro inminente. Este tipo de llamadas se incrementaron cinco puntos más que en abril. El resto de llamadas corresponden, por una parte, un 15,5% de urgencia y el 21% fueron de información.
Por parejas y exparejas
Esas llamadas obligaron a movilizar en 181 ocasiones los dispositivos de emergencia que el Instituto Canario de Igualdad (ICI) mantiene con los cabildos, y se tuvo que dar acogida a 28 mujeres y 18 menores que tuvieron que abandonar su hogar para protegerse del maltratador. Los incidentes obligaron a movilizar 738 recursos policiales y 56 recursos sanitarios.
En los datos recogidos, se establece que el 47% de los agresores se trataban de la pareja de la víctima. El 27% restante constituye a las exparejas. El 6% de las mujeres que pidieron ayuda al 112 tenían orden de protección. Las alertas fueron realizadas en su mayoría por la afectada, el 42% de las ocasiones. Las llamadas por personas que no estaban implicadas y accidentalmente presenciaron el suceso corresponde al 27%. Por último, las familias llamaron el 4% de las veces.
Menores de edad
En cuanto a las edades de las afectadas, 25 eran menores de edad, siendo casi la mitad de ellas, incluso, menores de 13 años. La mayoría de las víctimas tenían entre 36 y 55 años (317); 258, entre 18 y 35 años; 75, entre 56 y 75 y mayores de 76 años llamaron 7 mujeres.
El 44% del tipo de violencia recibida fue violencia física y, además, el 3% se trató de violencia física con agresión sexual. Otro 44% de las alertas fueron por violencia no física. El 5% de llamadas se realizaron para consultar información. El resto de los contactos al teléfono del servicio fueron violencias no definidas y llamadas de coordinación.
De las 1.395 llamadas recibidas en abril, 75 mujeres tenían discapacidad, la mitad de ellas (35) discapacidad mental, 5 intelectual, 16 física orgánica y 14 física motora.