“El gran problema en Canarias es que el sistema de distribución territorial de la Guardia Civil es anacrónico. Estaba bien para el siglo XIX”. Así de contundente se muestra Juan Couce, portavoz de la Agrupación Unificada de la Guardia Civil (AUGC). “No puede haber un cuartel en un municipio y otro cuartel más pequeño a cinco minutos de trayecto en coche. Con las infraestructuras actuales se dan situaciones en las que hay dos cuarteles pegados, eso pasa por ejemplo en Agaete y Guía o en Arucas y Teror”, insiste.
El fatídico asesinato de dos guardias civiles, en Barbate (Cádiz) el pasado viernes 9 de febrero por la crueldad de unos narcostraficantes, saca a la luz viejas reivindicaciones que los agentes llevan años suplicando al Ministerio del Interior sin respuesta.
Vehículos obsoletos
“La Guardia Civil se puede distribuir en toda la comunidad bastante bien, pero no interesa porque hay muchos alcaldes en contra. Un cuartel vacío no implica seguridad”, apunta Couce.
No terminan ahí los problemas que arrastra el Cuerpo en las Islas. “Tenemos vehículos obsoletos con muchos kilómetros, a pesar de la agenda 2030 hay coches con más de 20 años de servicio”, indica el portavoz
Además, desde 2004 están exigiendo la implantación del servicio marítimo en Lanzarote. “Canarias es la segunda comunidad con más kilómetros de costa después de Galicia. No puede ser que tengamos una Isla, que además es la que más cerca está de Marruecos y se encuentra así de desprotegida, Fuerteventura se tiene que ocupar de dos islas con todo lo que ello implica”, detalla.
Falta personal
Lo cierto es que en Canarias hay embarcaciones, pero falta personal. “Si no hay quien las lleve, de nada sirve. no sólo en esta especialidad, ocurre lo mismo en todas”.
Para la AUGC es importantísimo la creación de un catálogo en el que se recojan la relación de los puestos de trabajo, “como el de la Administración General del Estado porque actualmente no sabemos cuántos agentes hay en cada destino. No existe ese catálogo y los jefes pueden cambiar los agentes de un lado a otro sin problema”, relata Couce.
Otro de los grandes problemas que afecta a todo el país es que se ha perdido el principio de autoridad, no sólo a la Guardia Civil, sino también a la Policía. “Sale muy barato pegarle a un agente de la autoridad; una multa de 50 euros por un delito leve de lesiones. La sanción es ridícula. El principio de autoridad se está perdiendo, hay miles de casos, sobre todo entre los jóvenes y muchos de ellos menores. Si no se vuelve a respetar, acabaremos como sudamérica o peor”, recalca el guardia.
Modificación de la ley
De los puntos que más preocupa a la AUGC en estos momentos es que no se modifica de la Ley 2/1986 que en nada cumplirá 40 años y que afecta a los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado. “Está totalmente obsoleta, se creó en la durante la Transición Y ahora se mete a las policías autonómicas. Sin duda, se trata de un desfase político que nadie quiere abordar porque las competencias de cada Cuerpo no están nada claras. Te pongo un ejemplo: si llega en crucero a Las Palmas de Gran Canaria, un crucerista que se baje del barco puede encontrar a distintos agentes de seis cuerpos policiales distintos en el Puerto y cercanías (Guardia Civil, Policía Nacional, Policía Portuaria, Vigilancia Aduanera, Policía Local y Policía Autonómica). ¿A quién se le pide ayuda? Sobran cuerpos policiales y las competencias no están bien repartidas”, concluye Juan Couce.
Comunicado
Ante el asesinato de los guardias civiles en Barbate, la plataforma de policias nacionales y guardias civiles ha reiterado la petición para el reconocimiento inmediato como profesión de riesgo a ambos Cuerpos y ha emitido un comunicado al respecto.
En el escrito, la Plataforma por una Jubilación Digna y la Plena Equiparación Salarial envía un fuerte abrazo desde el profundo dolor a las familias de los dos guardias civiles asesinados en Barbate. Además, anuncia concentraciones programadas a nivel nacional para el próximo día 16 de febrero frente a Delegaciones y Subdelegaciones de Gobierno de toda España sufrirán una variación, arrancando con un minuto de silencio en señal de duelo por los compañeros caídos.