La tripulación del vuelo procedente de Valencia con destino a Gran Canaria informó a la torre de control que a bordo del avión se encontraba un pasajero mayor de 75 años con síntomas de un posible infarto, según han expuesto los controladores aéreos en su perfil de X (antes Twitter).
Ante la urgencia médica, se tomó la decisión de facilitar el descenso hacia Lanzarote, apartando tráfico si era necesario, y recortando la ruta y aproximación en la medida posible. Simultáneamente, se coordinó con el aeropuerto para gestionar la atención médica en tierra.
El equipo de emergencia en tierra fue alertado y preparado para recibir al avión en el aeropuerto de Lanzarote. Mientras tanto, la tripulación aérea y el personal de cabina brindaron asistencia al pasajero afectado. La rápida coordinación entre la tripulación, torres de control y los servicios médicos en tierra son fundamentales en situaciones de emergencia en pleno vuelo, como este caso.