- ¿Cómo fue su aproximación a la política?
- Tranquila y meditada. Hoy en día no me sigo considerando un político, sigo en mi profesión como economista del Cabildo Insular de Tenerife. Fue a mediados del 2015 cuando me uní al partido y mucho tuvieron que ver mis padres. Ciudadanos (Cs) es el partido que defiende sin complejos a los autónomos, y en casa eso lo hemos sido, ya que tanto mi madre como mi padre han regentado durante años un pequeño supermercado.
Yo también he sido autónomo durante una etapa de mi vida, por lo que conocemos lo difícil que es levantar cada día la persiana, y lo complicado que es pagar los trimestres fiscales y las cuotas de autónomo cuando no te ha ido bien en un periodo.
Por otra parte, también ha influido el hecho de que estar trabajando en Cabildo Insular de Tenerife me ha permitido conocer las administraciones públicas desde dentro, así como los posibles retos que hay que sumir para hacerlas más eficientes y centradas en los ciudadanos.
- ¿Qué le ofrece Ciudadanos para que encaje con su personalidad?
- Un proyecto de futuro para España y Canarias. Un proyecto centrado y pensado que trabaja para todos ciudadanos. Un proyecto que antepone el interés general al político, que dialoga y que busca soluciones para todos.
- Si tuviera que dejar la política, ¿cuál podría ser su nueva ocupación?
- Pues la que tengo. Seguiría siendo economista, no sé si en el sector público o en el privado. La política tiene que tener un punto de inicio y un punto final. No se puede vivir eternamente de esto. Los canarios estamos cansados de que la política se haya convertido en una profesión para algunos. Canarias se ha convertido en un gran tablero de ajedrez donde Coalición Canaria (CC), apoyado a veces por el PSOE y otras por el PP, han ido colocando a sus afines. Hoy estás en Educación, mañana en Puertos, pasado en la Audiencia de Cuentas, etc., pero los canarios ya estamos cansados de eso. Son 25 años de CC con las mismas caras y las mismas políticas, sin gestión y sin arreglar los problemas que realmente importan a los canarios como la sanidad, Educación, Desempleo, Dependencia, o los excesos de normativa que impiden el desarrollo empresarial y un modelo energético para Canarias.
- En una sesión de autocrítica, ¿qué reconocería usted que podría hacer mejor?
- Me faltan horas en el día. Me encantaría tener más tiempo, porque creo que es fundamental, y así lo estamos haciendo, para estar en contacto directo con la ciudadanía, escuchar todo lo que nos pueden aportar, que es mucho. Está claro que no se puede gestionar bien, si no se conoce la realidad y las necesidades de nuestros ciudadanos.
En lo personal me falta tiempo, mucho tiempo, quiero dedicar más tiempo a mi familia, porque a veces pienso que no lo hago bien y eso me frustra… creo que debería gestionar mejor esto.
- ¿Qué es lo que usted eliminaría sin dudarlo de la política?
- La crítica sin argumentos, sin profesionalidad. El “y tú más” es uno de los grandes males. También eliminaría la necesidad de que sea todo inmediato. Hay que planificar a medio/largo plazo, porque los grandes cambios estructurales no se hacen en poco tiempo. Hay que atajar y dar soluciones a corto plazo, pero mirando a medio y largo plazo, y para eso, hacen falta grandes acuerdos para Canarias.
También, creo que hay que cambiar las políticas que se están haciendo ahora en Canarias y ser exquisitos con la gestión de los fondos públicos, sin derroches, sin despilfarros, mirando las inversiones con lupa y pensando que impacto va a tener en las personas. Debemos de poner a las personas en el centro de las políticas. Por ello, hablaría más de personas, de modelo de Canarias y menos de partidos.
- ¿Cuáles son las mayores satisfacciones que recibe de su quehacer diario?
- La mayor satisfacción es que me permite conocer gente maravillosa y estar en contacto directo con la realidad. No me gusta hablar de boquilla, me gusta tratar con la gente que realmente sabe de los problemas, porque es la única forma de conocer lo que sucede en Canarias, y poder así aportar soluciones.
- ¿Qué es lo más ingrato?
- Las luchas sin motivo, la crítica destructiva, la pérdida de intimidad.
- ¿Se es político 24 horas al día?
- Sin duda. No es un trabajo por horas. Continuamente estás pensando en cómo poder mejorar. Te obligas a estar en alerta continua.
- ¿Le dan vértigo las encuestas que apuntan al éxito de Ciudadanos?
-No. Nos las tomamos con precaución y con los pies en el suelo, porque son una foto fija, que marcan la tendencia de un momento determinado. Eso sí, todas las últimas encuestas reflejan que estamos haciendo un buen trabajo y eso me da energía. Las encuestas son un acicate para seguir conformando el proyecto. Me creo las tendencias, y las tendencias son buenas. No cabe duda de que a Canarias también ha llegado la ola naranja. Esos más de 6.000 inscritos a Cs en las islas lo corroboran.
- ¿Qué le diría a las personas que opinan que Ciudadanos es la continuidad renovada del Partido Popular?
- (Ríe) Depende del día, nos han dicho que somos la marca blanca del PP, que si nos aproximamos al PSOE. Ahora somos un objetivo a batir y recibimos de todos sitios. Los nacionalismos son el veneno de Europa, los populismos no son una alternativa creíble, y el muro rojo y azul del PSOE y PP no nos sacará de la situación en la que estamos, por eso, nos han convertido en el centro de todas las críticas.
- La democracia es el mejor de los males posibles…
- La democracia es necesaria en un Estado de derecho, y por ello, hay que valorarla como se merece y defenderla.