La Consejería de Sanidad del Gobierno de Canarias ha emitido este jueves avisos de riesgo para la salud por altas temperaturas en municipios de Lanzarote, Fuerteventura, Gran Canaria y Tenerife, en algunos de ellos a partir del sábado.
Los umbrales de temperatura establecidos en 2023 son 33 grados centígrados para la provincia de Las Palmas y 34 para la de provincia Santa Cruz de Tenerife, y el criterio para asignar los niveles de riesgo para la salud para situaciones de exceso temperatura lo determina el Ministerio de Sanidad.
El nivel se determina en función de un algoritmo, basado en las temperaturas máximas previstas, el umbral establecido, el número de días de persistencia, que se concreta en un mínimo de tres, y los factores de riesgo de cada territorio, se determina cuatro niveles de riesgo.
Los niveles de riesgo
Los niveles de riesgo son 0 (verde) o ausencia de riesgo; 1 (amarillo) o de bajo riesgo; 2 (naranja) o riesgo medio; y 3 (rojo) o de alto riesgo.
En este caso los avisos son, en Gran Canaria, naranja del 30 de septiembre al 4 de octubre en San Bartolomé de Tirajana, La Aldea de San Nicolás y Santa Lucía de Tirajana.
Y amarillo del 30 de septiembre al 4 de octubre, con tregua el 3 de octubre (en que la temperatura prevista desciende del umbral de 33 grados), en Valsequillo. Del 1 al 4 de octubre, con tregua el 3 de octubre, en Agüimes y en Ingenio. Del 30 de septiembre al 4 de octubre en Mogán.
En Lanzarote aviso amarillo del 30 de septiembre al 4 de octubre, con tregua el 3 de octubre, en San Bartolomé.
En Fuerteventura, aviso amarillo del 30 de septiembre al 1 de octubre en Antigua, y del 30 de septiembre al 4 de octubre en Pájara y Tuineje.
En Tenerife, aviso amarillo a partir del 4 de octubre en La Orotava, Puerto de La Cruz y San Miguel de Abona.
Recomendaciones a la población
Permanecer el mayor tiempo posible en lugares frescos, a la sombra o climatizados, y refrescarse cada vez que se necesite. Reducir la actividad física y evitar practicar deportes al aire libre en las horas centrales del día.
Beber agua o líquidos con frecuencia, aunque no se sienta sed y con independencia de la actividad física que se realice.
Evitar las bebidas con cafeína, alcohol o muy azucaradas, ya que pueden favorecer la deshidratación.
Prestar especial atención a: bebes, menores, mujeres embarazadas o lactantes, así como personas mayores o con enfermedades que puedan agravarse con el calor.
Usar ropa ligera, holgada y que deje transpirar.
No dejar a ninguna persona en un vehículo estacionado y cerrado.