Hay amores que marcan y la de Chicho y Yaiza, dos guacamayos que residían en las inmediaciones de la Casa Colón de Las Palmas de Gran Canaria, es una de esas historias que merece un reconocimiento especial.
Las dos aves llevan casi 30 años recibiendo con sus mejores galas a los turistas y visitantes que se adentraban al museo de la capital gracanaria, y ahora ha llegado el momento de su jubilación. Los ejemplares han disfrutado durante años de las atenciones requeridas para su cuidado en el museo, pero la nueva normativa de protección animal considera que requieren de un hábitat más adecuado.
Adiós definitivo de Chicho y Yaiza
Este martes se ha procedido el traslado de los guacamayos, un macho de la especie ‘Ara chloroptera’ y una hembra ‘Ara ararauna’ que se conocieron en 2001.
En el caso del macho, que cariñosamente es conocido como Chicho —a pesar de su caracter a veces rudo—, fue donado por la Consejería de Turismo del Cabildo de Tenerife en el verano de 1996 y la recepción de la hembra ‘Ara ararauna’, a la que se conoce como Yaiza, se gestionó a través del Patronato de Turismo de Gran Canaria. En este caso, el traslado de este ejemplar se llevó a cabo desde Palmitos Park a la Casa de Colón en el año 2001.
El amor está en el aire
Ahora la pareja de guacamayo que ha congeniado a la perfección desde hace 23 años se traslada a Palmitos Park. El trasiego de turistas que se acercaban al museo ya no era el lugar idóneo para la pareja que ha formado parte de la cultura de la capital de Gran Canaria y que se jubila para siempre rodeada de otras aves de la misma especie.
El amor de Chicho y Yaiza está en el aire y mientras tanto sus alas seguirán batiendo en sintonía.